El Museo Reina Sofía, entre otras actividades, ofrece una serie de visitas comentadas a través de su Colección Permanente, muy interesantes. Nos propone, además de la visita tradicional, lineal, nuevas miradas que ellos definen como transversales. Son otras formas de contemplar la Colección, otros puntos de vista, teniendo en cuenta que la obra de arte no es sólo un hecho en sí mismo, un autor, una fecha, sino que se enmarca, influye y es influida por el momento histórico, político y social.
El Teatro, la Arquitectura, el Cuerpo, el Feminismo... son algunos de los temas que nos sugieren. Un folleto ayuda a que nosotros mismos organicemos la visita. También, en algunos casos, ofrecen una visita guiada.
Una de estas últimas, para compartir miradas diferentes, es el Feminismo: una mirada feminista sobre las vanguardias (del 1 de enero al 31 de diciembre, 2014).
No se trata de mostrar una selección de obras realizadas por mujeres, como se ha hecho en otros casos, sino de analizar su papel en el Arte a lo largo de los últimos años del siglo XIX hasta el final de la guerra civil, y en la sociedad. La mujer es sujeto pero también objeto de la producción artística.
"Feminismo propone al visitante un recorrido por los espacios de la Colección dedicados a las vanguardias históricas y cuestiona el papel y la visibilidad de la mujer en la Historia del Arte. Se pretende despertar una nueva mirada, incitar a considerar críticamente las imágenes de dominación masculina e invitando, en definitiva, a reconocer el trabajo de la mujer en la superación de estos roles y modelos".
Uno de los primeros cuadros comentados es la Tertulia del Café Pombo, de José Gutiérrez Solana, una de las muchas tertulias famosas de comienzos del siglo XX, en las que participaban los intelectuales de la época y en las que la presencia femenina era escasísima.
J.G. Solana. "La Tertulia del Café Pombo" (1920) |
Aunque el nuevo siglo llegó con grandes promesas de modernidad, la Institución Libre de Enseñanza incorporaba a las mujeres en sus textos y actividades, éstas se incorporaban al mundo de la industria y del trabajo, etc., su visibilidad en el mundo del arte era mínima. Sólo algunas artistas entraron en los círculos intelectuales dominados por los hombres.
Maruja Mallo. “La verbena” (1927) |
Durante la visita la guía nos invita a reflexionar sobre la imagen de la mujer transmitida por los pintores Anglada Camarasa, Nonell o Picasso.
H. Anglada Camarasa. “Sonia de Klamery” (1913) |
Y por supuesto sobre las creaciones de mujeres singulares. Dora Maar. muy conocida por su relación con Picasso, quizá no tanto por su propia actividad artística. La cineasta Germaine Dulac, desconocido su trabajo hasta hace poco tiempo, en que se intenta su recuperación. La pintora Sonia Delaunay, no tan reconocida como su marido Robert... Observamos una curiosa pintura, el retrato del dadaísta Tristán Tzara, obra de Robert Delaunay, en la que el interesante personaje luce una bufanda hecha por Sonia.
R.Delaunay. “Retrato de Tristan Tzara” (1923) |
Admiramos los cuadros de grandes pintoras como Maruja Mallo, María Blanchard o Ángeles Santos. La guía comenta especialmente la vida de María, una de las pocas que sí formó parte de los círculos vanguardistas a lo largo de su vida tan dura, o la de Ángeles Santos, cuyo espectacular comienzo pictórico, que provocó curiosidad y admiración de artistas como Ramón Gómez de la Serna, Jorge Guillén, García Lorca o Juan Ramón Jiménez, se vio truncado también por una vida difícil.
El itinerario, guiado por una de las personas encargadas del servicio de mediación cultural del museo, se convierte en un gratísimo paseo por las salas de la 2ª Planta dedicadas a la Vanguardia. De la que destacamos cinco paradas.
1. Los espacios de ellas
Una de las partes más interesantes del recorrido permite conocer la pintura transgresora de Ángeles Santos, y en especial "Tertulia" de 1929, en la que retrata a un grupo de amigas intelectuales en una sala pequeña que ansían más espacio de libertad.
Santos fue ingresada muy joven en un centro psiquiátrico de Valladolid en los años 30 y este hecho marcaría su manera posterior de pintar. Su mundo, oscuro e imaginativo, recuerda a autores como El Bosco.
A pesar de su calidad, no logró entrar en los circuitos comerciales (como tantas otras), algo que sí sucedió con su marido, Emilio Grau. Y como señaló la guía de Mediación del Museo, conductora de la visita, nunca sabremos hasta dónde habría llegado su genialidad si su "enfermedad" se hubiese gestionado de otra manera.
Hasta hace poco tiempo, la psiquiatría empleaba términos como "histeria", cuyo origen etimológico proviene de vagina, para diagnosticar a muchas mujeres que manifestaban rebeldía ante el rol de lo femenino o enfermaban sin que se investigasen bien las causas de la dolencia.
2. Los privilegios de ellos
Frente a la búsqueda de libertad de ellas, el papel público de ellos. Muy bien plasmado en 'La tertulia del café Pombo', obra de 1920 de Gutiérrez Solana. Ellos discuten y debaten. Al fondo en un espejo, el reflejo de una mujer acompañada por un hombre, alejada de la escena.
Una buena metáfora de la situación de la mujer en los años previos al debate por el voto femenino en España. Y también de la invisibilidad de las mujeres artistas. La especialista del Reina Sofía nos contó que a las primeras pintoras se les impedía ver desnudos y, por tanto, dibujarlos. Eso las privó de la posibilidad de hacer obras mitológicas, temática con la que los clásicos alcanzaban el éxito.
En el MNCARS (Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía) pueden contemplarse obras que ilustran los privilegios del patriarcado, a veces con crítica e ironía como en la actual exhibición temporal dedicada al artista POP Richard Hamilton.
3. El estereotipo femenino
El retrato de Sonia de Klamery, de Anglada Camarasa, o 'Mujer de Azul', de Pablo Picasso, son dos buenos ejemplos de "femmes fatales", uno de los mitos que predomina en la representación de las mujeres por parte de los pintores de principios de siglo XX.
Dentro de las vanguardias, la visita hace hincapié en una etapa: el surrealismo, que bebe de las teorías de Freud y su idea sobre la "cosificación de la mujer", a la que considera incompleta y culpable de las frustraciones sexuales masculinas.
Impresiona, dentro de este estilo, la obra de Hans Bellmer: imágenes de muñecas y maniquíes carentes de expresión. La misoginia de 'Un perro andaluz', de Luis Buñuel, o el machismo de Salvador Dalí, siempre presentando a Gala como una musa sumisa, son ejemplos claros de este arquetipo femenino.
4. Grandes pioneras y muchas ausencias
El reconocimiento tardío de Sonia Delaunay o los retratos de las esquinas del mundo de Dora Maar, ambas a la sombra de sus respectivas parejas; la exhibición de libertad de movimientos de la coreógrafa Loïe Fuller... Artistas geniales, miradas novedosas, que han abierto las puertas a otras creadoras y cuya obra se puede disfrutar durante la visita.
De entre ellas, destaca Germaine Dulac, ausente de la historia "oficial" del surrealismo a pesar de ser la autora de la primera película rodada en este estilo: "La concha del reverendo", de 1928. Un trabajo anterior a "Un perro andaluz" de Luis Buñuel, que le ha arrebatado este mérito.
5. Un sistema de valores dominante
Frida Kahlo no quería ser clasificada como "surrealista" y muchas de las obras de las creadoras son inclasificables en las categorías artísticas, creadas por y para los hombres. Son artistas con una mirada alejada de lo convencional como María Blanchard, que tenía un defecto físico que se convirtió en un handicap para ser reconocida en la escuela cubista. Como apuntaron en la visita, en un momento de su vida dijo: "Lo cambiaría todo por un poco de belleza".
En definitiva, la visita Feminismo recorre, como ya hemos dicho, los espacios de la Colección dedicados a las vanguardias históricas y cuestiona el papel y la visibilidad de la mujer en la Historia del Arte a través del análisis de la mujer como productora, receptora y sujeto-objeto de la producción artística.
Feminismo forma parte de una serie de itinerarios transversales que proponen nuevas miradas a la Colección, cuestionan las interpretaciones tradicionales y revelan la riqueza de implicaciones históricas, sociales y políticas del hecho artístico. Tiene el propósito de despertar una nueva mirada, considerar críticamente las imágenes de dominación masculina e invitar a reconocer el trabajo de la mujer en la superación de estos roles y modelos.
A lo largo del itinerario por la Colección 1, que recorre los últimos años del siglo XIX hasta llegar al final de la Guerra Civil Española, se comentan obras de creadores como Hermenegildo Anglada Camarasa, Isidre Nonell, Pablo Picasso, Julio Romero de Torres, Hans Bellmer y creadoras como Maruja Mallo, Germaine Dulac, Dora Maar, Sonia Delaunay o Ángeles Santos.
La visita comentada estará hasta el 31 de diciembre de 2014, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
FUENTES: feminismo.about.com; Artedemadrid.wordpress.com; Museo Reina Sofia.
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