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sábado, 28 de febrero de 2015

Helena Albrecht Araújo: Una pionera del feminismo


El 2 de febrero falleció Helena Albrecht Araújo, escritora, crítica literaria, profesora de literatura latinoamericana y novelista colombiana, dedicada al estudio de la escritura de las mujeres hispanoamericanas.
"¿Para qué público escribo? ¿Para qué público escribimos? Para el público que soporta nuestra rebeldía." 
La escritora y crítica literaria luchó para dar mayor visibilidad a las mujeres en los diversos campos de la vida social.

Helena Albrecht Araújo murió en Lausana, Suiza, donde residía desde el año 1971, dejando un gran legado en el campo literario colombiano, no sólo por su producción, encaminada en parte a cuestionar el lente infantilizador con el que eran vistas las mujeres -incluso en la academia misma- durante el siglo XX, sino también por sus diversos estudios sobre los escritores latinoamericanos y colombianos.

Nació en el seno de una familia muy activa intelectualmente. Creció escuchando sobre la vida y las enseñanzas de su abuelo Simón Araújo, conocido por su importante promoción de la educación laica y maestro forjador de una importante generación de líderes del Partido Liberal en las primeras décadas del siglo XX, entre ellos Jorge Eliécer Gaitán. Su padre, Alfonso Araújo Gaviria, fue uno de los más importantes cuadros del Partido Liberal y jugó un papel protagónico durante la vida política del siglo pasado, especialmente en el período denominado por algunos historiadores "La República Liberal", ocupando el cargo de ministro de Obras Públicas y de Guerra durante el mandato de Enrique Olaya Herrera y fungiendo como ministro de Gobierno y Hacienda durante el período de Alfonso López Pumarejo, así como ministro de Educación de Eduardo Santos.


La escritora fue la segunda entre cuatro hermanas, antecedida por Emma Araújo de Vallejo, la mayor de las hermanas y pionera de la museología en Colombia. Esto comentaba sobre cómo era su hermana: 

"Helena fue una mujer muy dedicada al estudio. En mi mente no existe otra imagen suya que no sea la de ella con un libro en la mano. Desde muy pequeña, con mucho amor y con respeto, construyó una estrecha relación con los libros, pero sin reverencia, es decir, se sumergía en ellos y los cuestionaba sin temor. Siempre estaba leyendo. Pudo leer todo lo que quiso".

Cabe resaltar que desde que Helena Araújo aprendió a leer tuvo a la mano la inmensa biblioteca de su padre, dotada con las obras de autores que en la primera mitad del siglo XX eran difíciles de conseguir porque eran prohibidos por las autoridades eclesiásticas o porque no habían sido traducidos. A escritores como Víctor Hugo, Zola, Balzac, Descartes y Hume entre otros, en muchos de los casos los leyó en su lengua original.

Gracias a la labor de su padre como diplomático en diversos países, ella y sus hermanas viajaron por diversos lugares del mundo, como Estados Unidos, Brasil y Europa, entre otros. Así fue adquiriendo una mentalidad de ciudadana del mundo sumada al aprendizaje de diversos idiomas, entre ellos el inglés, el francés, el alemán y el portugués, lo que la ayudaría a forjar un amplio capital cultural y le permitiría escudriñar el universo literario mundial sin restricciones.

En los Estados Unidos cursó su formación básica y de regreso a Colombia se inscribió en el Departamento de Filosofía de la Universidad Nacional, donde tuvo contacto con las grandes teorías y paradigmas de la época, como el psicoanálisis, el estructuralismo y el feminismo, lo que se vería especialmente reflejado en sus obras.

"Entre su producción se pueden encontrar trabajos muy significativos como La Scherezada criolla: ensayos sobre escritura femenina latinoamericana, que, como indica su título, es un estudio sobre la literatura hecha por mujeres. En Colombia fue una de las primeras mujeres en escribir crítica feminista. Además estudió y nos enseñó a reconocer aquellos autores que fueron apareciendo en el panorama nacional, los que vienen después de Gabriel García Márquez o que siendo más jóvenes se empezaban a dar a conocer, autores que hoy cuentan con una carrera muy reconocida" (Luz Mary Giraldo, ensayista, poetisa y crítica literaria). 

Se casó y tuvo cuatro hijas: Priscilla, Gisèle, Nicole y Jocelyne. Luego se divorció y se fue a vivir a Suiza hace más de cuatro décadas. Y aunque no regresó al país, siempre estuvo atenta a la producción literaria colombiana. Publicó varios libros, entre ellos La M de las moscas (1970), Fiesta en Teusaquillo (1981) y Signos y mensajes (1996).

"Viajó porque no se sintió satisfecha con la mentalidad de la élite bogotana. Su salida del país la asumió como un exilio voluntario, sin dejar de informarse de lo que sucedía en el país. En ese sentido rompió con una sociedad que consideraba como impostora, como se ve reflejado en Fiesta en Teusaquillo. Una sociedad con una mentalidad que no les permitía asumir a las mujeres su propia identidad. Eso fue lo que yo misma le oí decir en distintas conferencias. En ese sentido, su obra tenía una actitud muy crítica frente a la sociedad de la época. Su trabajo resulta también en una apuesta mucho más urbana, como parte de su generación" -anota Giraldo-.

En Suiza trabajó como profesora de literatura española y latinoamericana en la Universidad Popular hasta que su salud no le permitió seguir en la academia.


FUENTE: El Espectador 

viernes, 27 de febrero de 2015

Mujeres en India: la eterna lucha contra la desprotección y devaluación femenina



Publicado el 23 de enero de 2013.

La violencia de género es un problema que aqueja a miles de mujeres en India. El repudio social comenzó a fines del 2012, cuando cientos de ellas salieron a las calles para exigir una mayor protección estatal. Sin embargo, el tema tomó un cariz nacional tras la muerte de una joven estudiante a causa de una paliza y violación múltiple propinada por seis hombres, obligando a las autoridades a adoptar nuevas medidas para resguardar a este segmento de la población.

El ataque, ocurrido el 16 de diciembre de 2012 en Nueva Delhi, derivó en el juicio rápido de cinco de los victimarios -el sexto no alcanzaría los 18 años y fue trasladado a un centro de menores- siendo acusados de violación, secuestro y asesinato. Las organizaciones de mujeres y estudiantes pidieron que los otros 100 mil casos de violación en India también fueran acelerados, al tiempo que declararon que ni la policía ni el sistema judicial logran proteger al género adecuadamente.

La pasividad que ha tenido el Gobierno para enfrentar a los violadores hace que hoy la ciudadanía exija castigos más severos, como la pena de muerte o la castración química. En respuesta, el Gobierno se ha comprometido a aumentar las penas para los autores de crímenes sexuales, y a publicar las fotos y la identidad de los agresores en los sitios web de la administración federal.

Las implicancias de ser mujer en India

En India las mujeres no son consideradas seres libres, pues durante toda su vida serán sus padres y maridos los que decidan por ellas. Es el peso de la tradición el que las mantiene alejadas de sus derechos en la práctica, al estar sumergidas en una sociedad con un fuerte acento patriarcal. Esto imposibilita actividades tan triviales para las mujeres de occidente como salir del hogar una vez que oscurece.

La violencia que sufren -según el Ministerio de Asuntos Interiores- se expresa en diversas formas, como el infanticidio femenino, el acoso sexual, la discriminación, la dote o el matrimonio precoz. A esto se suman los crímenes de honor (muchas mujeres violadas prefieren suicidarse para evitar la deshonra familiar), el ostracismo de las viudas (obligadas a vivir en luto por el resto de sus vidas) y la baja integración laboral (por su obligado rol doméstico).

El responsable del gran desequilibrio numérico que hoy rige entre ambos géneros es el aborto selectivo, practicado sobre todo por la clase media emergente, que prefiere criar varones para que se encarguen del negocio familiar. Éste, a su vez, ha generado otro problema: el tráfico de niñas hacia regiones donde las mujeres son más escasas. Ambos crímenes están penados por Ley.

La población no entiende cómo las autoridades pueden seguir prometiendo mejoras si en la actualidad hay seis legisladores estatales que tienen cargos por violación en su contra.

Marco legislativo

En la mayor democracia del mundo, la mujer es devaluada socialmente, pese a que la no discriminación de género está reconocida en la Constitución India en sus artículos 14, 15 y 16. Por este motivo, el gobierno ha promulgado varias normas para proteger a las mujeres de la discriminación social y la violencia. Algunas de ellas son:

  • Enmienda a la Ley de Prohibición de Dote, 1984: reconoce esta tradición -acuerdo monetario para el matrimonio de una hija- como una ofensa hacia la mujer. También introduce un castigo para para el marido o los suegros, si la mujer se suicida por la presión de más dote. En contraste, la realidad demuestra que esta práctica -cuyos orígenes se explican por factores culturales y económicos de la tradición hindú- sigue siendo mayoritaria.
  • Ley de Tráfico Inmoral enmendada en 1986: asume la explotación sexual como una ofensa. Cada día, unas 200 niñas y mujeres caen en el tráfico ilegal debido a la pobreza extrema, el analfabetismo, la viudedad prematura, el desempleo y la falta de recursos económicos.
  • Ley de prohibición del matrimonio infantil, 2001: recae en mujeres menores de 18 años y hombres que no superen los 21. No obstante, no hay un control exhaustivo sobre la edad de los contrayentes por lo lento que es el proceso para denunciar a la policía una boda precoz. Según UNICEF, existe un 56% de casos de estas nupcias en el área rural y un 29% en la urbana.
  • Ley de Técnicas de diagnóstico de preconcepción y prenatales, de 2003: prohíbe revelar el sexo del bebé antes de su nacimiento para reducir el infanticidio femenino. Es importante por las frecuentes muertes de recién nacidas, el abandono o el poco cuidado de las niñas a través de la privación de una dieta apropiada.
  • Ley de Protección a la Mujer por Violencia Doméstica, 2005: busca asegurar sus derechos en el entorno familiar. Las causas principales de la violencia contra la mujer son la falta de independencia económica, autonomía y oportunidades, así como las barreras culturales que la restringen.
  • Ley contra el Acoso Sexual aprobada por la Cámara Baja en septiembre de 2012: permitirá penalizar comentarios vejatorios, peticiones de mantener relaciones sexuales o cualquier tipo de abuso sobre la mujer trabajadora. 
En cuanto a esto, la diputada Adriana Muñoz destacó las iniciativas legales de este país, recalcando que "normativamente India ha ido avanzando, pero ese avance debe darse paralelamente con una visión de país de hacer cambios culturales profundos para acabar con el machismo más brutal, pues las leyes no lo logran por sí solas, son más bien una ayuda para generar esos cambios".

La parlamentaria añadió que Chile debería pronunciarse al respecto: "creo hay que hacer un reclamo formal ante la Embajada de la India, revisar las relaciones, ya que es un país que está viviendo la barbarie más absoluta desde el punto de vista del respeto hacia las mujeres".

Medidas concretas para frenar el maltrato

Como ya se ha demostrado, las leyes no bastan para frenar el maltrato a las mujeres. Por esta razón, este país ha implementado medidas extremas para tratar de resguardar a las mujeres de posibles abusos masculinos. Una de ellas es el uso de vagones de tren exclusivos para mujeres. Además, tras la muerte de la joven estudiante, el gobierno anunció el aumento de la dotación de mujeres policías.

Según medios locales, la gobernadora de Nueva Delhi, Sheila Dikshit, anunció nuevas medidas para la capital, entre las cuales está la disposición de más policías en la noche, la revisión a los conductores del transporte público y la prohibición de vidrios polarizados. También se dispuso una línea telefónica de ayuda para las mujeres en problemas.

Además, diversas organizaciones -entre ellas ONU Mujer- estiman que es necesaria la aprobación del proyecto de ley de reserva para las mujeres, que permitiría que un tercio de los escaños parlamentarios sean ocupados por ellas.

Desde el 2010, las cifras de mujeres agredidas aumentan en un 10% cada año. Peor aún, la Oficina Nacional de Registro de Crímenes reveló en 2011 que cada 20 minutos una mujer es violada en la India, pero sólo uno de cada cuatro casos culmina con la condena del agresor, debido a la corrupción que existe en el cuerpo policial. A las mujeres que habitan el país sólo les queda esperar que las políticas anunciadas comiencen a dar frutos, para quedar libres del maltrato que las acecha y eclipsa los logros económicos y políticos que ha desarrollado la India en el último tiempo.


martes, 24 de febrero de 2015

Charles Darwin y las claves femeninas de la teoría de la evolución

Por Angélica Salmerón Jiménez


A finales de noviembre de 1859 se publicó un libro que estaba llamado a hacer historia. Su título era On the origin of species by mean for natural selection, o The preservation of favoured races in the struggle for life, y Charles Darwin, el nombre del autor. Según dice Bryson, el libro agotó su primera edición de 1.250 ejemplares el primer día al precio de quince chelines, aunque Geymonat apunta que eso ocurrió en menos de dos meses. Sea como fuere, lo relevante aquí es que dicho texto -que sería después conocido simplemente como El origen de las especies- no estaba llamado a pasar a la historia por ser un simple éxito de ventas, sino por la teoría revolucionaria que contenía. En efecto, era la teoría de la evolución que en dicho libro se contenía la que estaba destinada a cambiar el rumbo de la ciencia. Así las cosas, es en este año que estamos llamados a recordar este acontecimiento por una doble vía: los 150 años de la publicación del libro y los 200 años del nacimiento de su autor, pero, sobre todo, con ambos acontecimientos evocamos la teoría de la evolución, que terminaría por cambiar el rostro no sólo de la ciencia, sino el concepto que se había tenido de los seres vivientes en general y del hombre en particular. Por ende, pudiéramos decir que tanto el nacimiento de Darwin en 1809 como el de la aparición de su libro en 1859 marcan en la historia el origen fundacional de la teoría de la evolución y el nacimiento de una nueva revolución científica.

Por tal motivo -aunque sea de sobra conocido-, vale recordar que la teoría propuesta por Darwin representó en el siglo XIX una revolución comparable a la teoría heliocéntrica de Copérnico, en cuanto que su trayectoria marcó un nuevo rumbo en la concepción del hombre, y es que el evolucionismo terminaría por derrocar la ancestral idea que concebía al ser humano como una especie única, fija y completa. Comienza así una nueva andadura científica que apunta a la comprensión de las especies desde un ángulo novedoso y efectivamente innovador: lo que va a entrar en cuestión aquí es la pérdida del fundamento de la concepción fijista de las especies cuya inmutabilidad se había mantenido desde su aparición con la Creación. Así las cosas, la historia del pensamiento científico da un nuevo viraje que habrá de reconfigurar no sólo el orden que habrá de seguir la investigación, sino que además habría de determinar el nuevo lugar del hombre en la naturaleza. He aquí la revolución darwiniana: si Copérnico había replanteado el orden espacial dando a la tierra y al hombre un nuevo lugar en el universo, Darwin terminará reconfigurando el orden temporal humano en la naturaleza, y esto porque -como bien dice Denis Huisman- "la representación clásica de la naturaleza, concebida como un conjunto ordenado y acabado, ha quedado destruida: el Gran Arquitecto es la contingencia. Y el tiempo adquiere un nuevo estatuto: ya no es el cuadro inmutable y reversible de la física clásica; es la materia misma de la evolución". Por ende, el paulatino desarrollo de la idea de la evolución constituiría sin lugar a dudas la apertura de nuevos senderos en el progreso de la ciencia moderna. 

La historia de la ciencia da cuenta detallada de todo ello: desde el momento en que un joven estudiante de teología, transformado en apasionado naturalista, empieza la aventura que terminará por convertirlo en uno de los más importantes protagonistas del mundo científico. En efecto, la trayectoria vital e intelectual de Charles Darwin queda registrada en los anales historiográficos como la hazaña que realmente representa, pues es el caso que Darwin, constituido en un nuevo Colón, se embarca en una aventura que habrá de conducirle al descubrimiento de un nuevo mundo. Y esto de embarcarse en la aventura hay que entenderlo literalmente, pues Darwin pasó cinco años a bordo del Beagle, un buque de investigación naval al que fue invitado como compañero del capitán Robert FitzRoy. De hecho, la misión de nuestro científico se restringía a bien poco: acompañar al capitán a la mesa del comedor, quien por su rango estaba impedido de socializar con alguien que no fuese un caballero. Aunque esto no parecía ser nada complicado, resultó no ser tan sencillo, pues nuestro caballero tuvo que lidiar con no pocas excentricidades del capitán, de las que el propio Darwin dejó constancia, así como luchar contra el persistente mareo. Sea ello como fuere, lo verdaderamente importante es que el joven Charles Darwin (tenía veintidós años cuando se embarcó) habría de aprovechar la travesía en más de un sentido; los años que pasó a bordo del buque –de 1831 a 1836– habrían de convertirse en los más importantes y productivos de su vida: había nacido el científico que muchos años después revolucionaría la imagen de la naturaleza. Darwin volvió a los veintiséis años a Inglaterra y jamás volvería a salir de ella. Cabría decir que una vez concluido el viaje de cinco años en el Beagle, las aventuras darwinianas se verían ceñidas única y exclusivamente a las que brinda el intelecto y el estudio, pero ciertamente las peripecias que desde aquí habrían de ir envolviendo la vida aparentemente tranquila del estudioso terminarían también a su modo haciendo historia.

No vamos aquí a reseñar estas peripecias; bástenos señalar que una vez puesta en marcha la teoría de la evolución fue objeto de controversias de distinta índole, pero sobre todo –como no podía ser de otro modo, y siguiendo la comparación con la revolución copernicana– los mayores y más enconados ataques vinieron de los ámbitos religiosos y eclesiásticos, toda vez que las implicaciones de la teoría apuntaban claramente a descentrar al hombre del lugar privilegiado que tenía dentro del mundo de la naturaleza animal. Ciertamente, el hombre, animal privilegiado y único, creado a imagen y semejanza de Dios, de pronto no es otra cosa que un eslabón más de la cadena evolutiva. La batalla era nuevamente entre el dogmatismo y la ciencia, los contendientes estaban muy claros en sus posiciones y los ataques se librarían desde todos los frentes. La historia da cuenta de todos estos embates y sus resultados apuntaban ya a que la batalla final había de ser ganada por la ciencia. En efecto, los últimos avances científicos nos permiten hoy reconocer que Darwin tenía razón. Como se nos ha dicho más de una vez, Francis Crick y James Watson harían el descubrimiento que conduciría a la reivindicación de todo aquello que Darwin había deducido acerca de la evolución: el A D N. Habría mucho que decir al respecto de todo ello y de otros asuntos que atañen directamente a las doctrinas propuestas por Darwin; de hecho, reconocer y revalorar los aportes de la teoría darwiniana es el asunto a tratar en este año conmemorativo, y nosotros queremos unirnos a todos estos esfuerzos recuperando las claves femeninas de la teoría de la evolución.

Así, intentamos dirigir nuestro reconocimiento a Darwin a través de un camino que nos parece muy poco explorado y por ello escasamente documentado; de allí que por el momento únicamente podamos hacer un pequeño bosquejo a través del cual es posible identificar un horizonte comprensivo de la teoría darwiniana siguiendo la huella que ha dejado en el trabajo de algunas mujeres. Trataremos en lo que sigue de reconstruir el horizonte intelectual que dibuje la presencia y la perspectiva femeninas en el terreno de la ciencia evolutiva cuyo eje rector es Charles Darwin, pues nos parece que el mejor homenaje que se le puede rendir al padre del evolucionismo es recuperar las voces acalladas que en su momento hicieron eco de sus descubrimientos, pero sobre todo que abonaron también un territorio que ha rendido buenos frutos. Por consiguiente, traer a estas mujeres a la memoria cuando recordamos al hombre que dio forma y configuración a nuestra actual comprensión del ser humano es verdaderamente reconocerle en toda su valía, en cuanto que fue a partir de él que se generó la visión de que esa humanidad nos compete a todos por igual: hombres y mujeres alcanzamos así una verdadera comprensión de nuestro ser y de nuestro valer. Y aunque –al decir de algunas feministas– Darwin se olvidó de las mujeres, lo cierto es que ellas no despreciaron a Darwin, y a través de él y de sus descubrimientos estas mujeres fueron descubriéndose a sí mismas y contribuyendo así al diseño de la propia teoría del maestro. ¿Y qué maestro que se considere tal no estaría orgulloso de haber sido seguido, corregido, criticado y, aún más, superado si fuese el caso? Por eso en estos momentos de festejo y reconocimiento al viejo maestro evolucionista creemos pertinente hacer comparecer al lado de todos los reconocidos y renombrados discípulos de Darwin a sus olvidadas discípulas, pues ellas representan esa “otra mitad” de la humanidad que lo reconoce también como el padre de la mayor revolución científica de nuestro tiempo. El maestro seguramente estaría satisfecho con ello en tanto que podría ver claramente que su revolución modificó nuestro modo de concebir lo humano y nos lanzó a una comprensión más amplia y completa de nosotros mismos, y ciertamente el reconocimiento se amplía al abarcar a estas mujeres que compartieron sus ideas y las proyectaron sobre nuevos territorios. Por ello, y como homenaje a Charles Darwin, queremos decir algo acerca de estas “darwinistas”.


Aunque hoy día ya encontramos en los ámbitos científicos el nombre de muchas mujeres y también el de varias evolucionistas, hemos querido concentrar nuestro tema en las mujeres darwinianas de mediados del siglo XIX y principios del XX, tratando con ello de traer a la memoria a las mujeres que compartieron el siglo con Darwin y sus teorías; aunque de momento sólo hemos dado con dos nombres relevantes, nos parece que con ellas podemos abrir este camino e inaugurar así un proyecto más ambicioso que posibilite la reconstrucción de senderos más amplios y completos que terminen por conducirnos a todos los eslabones que configuran el desarrollo de las claves femeninas de la teoría de la evolución. Por el momento nos concentraremos en estas dos vías que desde distintos ángulos habrán de ayudarnos a transitar por estos terrenos, pues Antoinette Brown Blackwell y Clémence Agustine Royer proporcionan al historiador un doble entramado que permite seguir el desarrollo de la teoría de la evolución en esa clave femenina en la medida en que sus frentes se establecen en otras latitudes del planeta: Estados Unidos de Norteamérica y Francia, respectivamente. Así, estas mujeres hacen suya la teoría evolutiva del científico inglés y desde sus propios ámbitos culturales le otorgan ese toque femenino que aludimos.

Poesía Hecha Por Mujeres (VII). Rosalía de Castro

(Santiago de Compostela, España, 1837 - Padrón, id., 1885) Escritora española en lenguas castellana y gallega. Perteneciente por línea materna a una familia noble, su adolescencia estuvo dominada por una profunda crisis debida al descubrimiento de su condición de hija ilegítima de un sacerdote, y por una delicada salud, que jamás mejoró.

María Rosalía Rita de Castro nació el 24 de febrero de 1837, en Santiago de Compostela (España). Aunque en su acta de bautizo figuró como hija de padres desconocidos, fue su madre una mujer de la nobleza pero con carencias económicas, María Teresa de la Cruz Castro y Abadía y su padre, un sacerdote (José Martínez Viojo). Su madrina, María Francisca Martínez, al servicio de su madre, fue quien se comprometió a cuidarla para que no pasara al orfanato. Mostró siempre inclinación para las artes, no sólo se apasionó por la literatura, sino también por la música, la declamación y el dibujo.

Lo que se destacó, sobre todo, en la obra de esta escritora y poetisa fue que escribió tanto en castellano como en gallego, haciendo renacer esta lengua, lo que se dio en llamar "rexurdimiento", pues la literatura gallega había desaparecido desde los Reyes Católicos.

domingo, 22 de febrero de 2015

Respuesta femenina a ‘El origen del hombre’ de Charles Darwin

"Los sexos en cada especie de organismo en la naturaleza son siempre equivalentes: iguales aunque no idénticos." 
Antoinette Brown Blackwell

La teoría de la evolución darwiniana aplicada al ámbito del género humano tuvo implicaciones que no aparecían en los estudios evolutivos sobre otras especies. Un aspecto acusado fue el profundo sesgo sexista que impregnaba a tan destacada teoría. Según Charles Darwin (1871), el sexo femenino fue marginal en el desarrollo de nuestro linaje, y afirmaba convencido que "en cuerpo y espíritu el hombre es más potente que la mujer".

El contenido androcéntrico de los argumentos esgrimidos por el célebre naturalista, y ruidosamente difundidos pese a haberse alcanzado ya el último tercio del siglo XIX, lleva a preguntarnos si hubo alguna mujer que reaccionara públicamente presentando objeciones ante tanto ultraje. De hecho, la reacción sí se produjo y procedió principalmente de algunas figuras femeninas. Aunque el eco alcanzado fue escaso, ello no significa que careciera de valor. Más bien al contrario, hubo respuestas críticas bien fundamentadas por parte de notables estudiosas como por ejemplo Antoinette Brown Blackwell y Eliza Burt Gamble.

Antoinette Brown Blackwell: la igualdad evolutiva de los sexos

Antoinette Brown antes de casarse
Antoinette Brown nació en Nueva York el 20 de mayo de 1825. Desde muy joven fue una buena estudiante que pronto se involucró en la defensa de los derechos de la mujer. En 1847 pronunció su primer discurso reivindicativo del voto femenino y en los años que siguieron continuó participando activamente en charlas, conferencias y debates sobre el tema. Escribió importantes artículos en los periódicos, que más tarde reuniría y publicaría en un libro.

En 1856, Antoinette Brown se casó con Samuel C. Blackwell, un hombre de negocios que, además de compartir con su esposa la lucha por la defensa de los derechos de la mujer, era hermano de Elizabeth Blackwell, recordada por ser la primera mujer norteamericana que se graduó en medicina.

viernes, 20 de febrero de 2015

Es necesario empoderar a las mujeres a través de la educación en derechos

Por ALDA FACIO (*)



La integrante del Grupo de Trabajo sobre la Discriminación Contra la Mujer del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas dijo que un primer paso es reconocer el sexismo interiorizado para realizar cambios de actitud y de acción.

En tanto prevalezcan los Estados patriarcales, tenemos que seguir luchando para mejorar los escenarios que tenemos, a través de la construcción del movimiento feminista, apoyando y ayudando a que se desarrollen entre mujeres de todo el mundo, señaló Alda Facio.

Durante su intervención en el Conversatorio "Los avances y retos en el acceso a la justicia para las Mujeres", realizado en la sede de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), la experta internacional en asuntos de género y derechos humanos de las mujeres, señaló también que en este tema, todas las mujeres, al igual que todos los miembros de sus comunidades, deben conocer sus derechos y empoderarse con ellos.

Al respecto, dijo que aunque los Estados son los responsables de esa tarea, es un mandato que dada su complejidad, requiere de la participación y construcción ciudadana para transformar la misoginia en acciones y actitudes en favor de 4 mil millones de mujeres que sufren discriminación en todo el mundo.

En el Conversatorio, la integrante de Just Associates (JASS) reiteró que en los hechos "las mujeres no existimos en la conciencia de muchos, a pesar de que en los noventa ganamos que se nos reconociera como seres humanos; aquí en México todo lo que es bueno es 'padre' y lo que es malo es 'madre'. La misoginia está también en las instituciones".

jueves, 19 de febrero de 2015

La gestión del talento de las mujeres. Una perspectiva desde la responsabilidad social y la gestión ética de personas

"La gestión de las personas desde el enfoque de la responsabilidad supone incorporar el principio de igualdad, la gestión de la diversidad, medidas de conciliación que apoyen y estimulen la corresponsabilidad de los hombres, la gestión del talento, la atención a la seguridad y salud así como la gestión de los cambios. La igualdad llegará cuando la mujer no tenga que elegir entre familia y trabajo y cuando el hombre empiece a ocupar puestos en las organizaciones familiares asumiendo las responsabilidades en el ámbito del hogar". Es una de las aportaciones que realizó Patricia Aragón en la jornada "Gestión de la diversidad desde la perspectiva de género en el ámbito europeo", celebrada el pasado 17 de septiembre de 2013 y organizada por Fundación Cepaim. 


Ponencia completa:

En la actualidad si echamos un vistazo a la composición de las organizaciones nos encontramos estas realidades:

Según el International Business Report, que analiza el cambio global en el número de mujeres que ocupan puestos directivos en el ámbito empresarial, en España el porcentaje es del 21%, retrocediendo tres puntos respecto al año pasado (2012), igual porcentaje que teníamos en el año 2009. Estamos por debajo de la media mundial que es del 24% y po debajo de la media europea que es del 25%. Las mujeres representan el 51% de las tituladas superiores y el 44% de la fuerza laboral. 

En paralelo al descenso del porcentaje de mujeres en la dirección, se incrementa el porcentaje de empresas que no cuentan con ninguna mujer en su equipo directivo, hasta alcanzar el 37%, cinco punto más que el año pasado (2012). La media en la eurozona se sitúa en el 35%.

En relación a las empresas que cotizan en Bolsa, el 39% no tiene representación femenina en sus consejos de administración (la situación ha empeorado en un año ya que se ha incrementado en 15 puntos desde el 24% del año 2012).

Las empresas cotizadas del IBEX35 que no tienen ninguna mujer en sus consejos representan el 12% situándose la presencia femenina en el resto en un 13%. Este porcentaje se reduce aún más cuando miramos a los puestos más altos: de las 35 empresas del Ibex sólo hay una consejera delegada y dos presidentas. Todo ello a pesar de las medidas propuestas por el Código de Buen Gobierno para mejorar la presencia de las mujeres en puestos de alta dirección y de la regulación establecida en la Ley de Igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres del 2007. En esta Ley se recoge como medida las cuotas pero la oposición a las mismas no se acompaña de acciones voluntarias para mejorar y facilitar el camino profesional de las mujeres en las organizaciones.

Según el Informe de brecha de género mundial del World Economic Forum que examina a 135 países, que representan más del 93% de la población mundial, sobre el modo en que se dividen los recursos y las oportunidades entre las poblaciones masculinas y femeninas, el año pasado (2012) España retrocedió de la posición 12 del 2011 al puesto 26 en el informe del 2012. (El informe mide el tamaño de la brecha de desigualdad de género en cuatro áreas: Participación económica y oportunidad: salarios, participación y empleo altamente capacitado; Educación: acceso a niveles de educación básicos y más elevados; Participación política: representación en las estructuras de toma de decisiones; Salud y supervivencia: expectativa de vida y proporción hombres-mujeres). Este dato se debe en gran medida al descenso de la representación femenina en los puestos de decisión política (cuatro ministras -ahora tres- y 13 carteras ministeriales).

El descenso en las posiciones puede acelerarse por otros motivos como la paralización del aumento del permiso de paternidad, la ausencia de medidas en las empresas que impulsen el acceso de las mujeres a puestos de decisión o la persistente brecha salarial que se sitúa en el 16,2 % (el 23,9% en 2014).

miércoles, 4 de febrero de 2015

La representación de las mujeres en los medios de comunicación


Un 46,4% del personal médico que ejerce su profesión en España son mujeres, pero el porcentaje se reduce a un 26,7% cuando aparecen en televisión.

A partir de los datos del último informe del Consejo Audiovisual de Catalunya (CAC), Dolors Comas muestra cómo la presencia de mujeres en los medios de comunicación no sólo es menor en número respecto a la de los hombres, sino que además estaría influenciada por las concepciones de género presentes en la sociedad.

A pesar de los profundos cambios que ha habido en España en los patrones de vida y participación de las mujeres en la sociedad, la representación pública de hombres y mujeres en los medios de comunicación sigue siendo diferenciada y asimétrica.

Esto no es algo intencionado, sino fruto de unas rutinas en las que influyen concepciones de género presentes en la sociedad. Las asimetrías disminuyen cuando de forma consciente se hace un tratamiento más equilibrado de hombres y mujeres (como sucede en algunas series televisivas, por ejemplo). Y aumentan, en cambio, dramáticamente cuando se utiliza el cuerpo de las mujeres como reclamo, en la publicidad o en determinados programas de entretenimiento.

Las desigualdades entre hombres y mujeres se expresan en la política de representaciones de los medios, que tienen el poder de destacar y clasificar, poder simbólico y poder para excluir. El diagnóstico de esta desigualdad se puede resumir evaluando cuatro dimensiones: 

1.- El protagonismo y el reconocimiento de autoridad. Frecuentemente las mujeres son invisibilizadas o silenciadas. No sólo tienen menor presencia que los hombres, sino que a veces no se les da voz, aunque estén. O la tienen desde posiciones de menor prestigio y poder.

2.- La igualdad en el trato con independencia del sexo. Los medios suelen destacar de las mujeres dimensiones de tipo personal vinculadas a su rol familiar, forma de vestir, aspecto físico, etc., que tienen poca importancia en el caso de los hombres.

3.- Valoración equivalente de las aportaciones de hombres y mujeres. A menudo los medios destacan el hecho de ser mujer (una candidata-mujer, una presidenta-mujer, una científica-mujer) por encima de su méritos o consecuciones, lo cual es una desvalorización implícita.

4.- Consideración de la desventaja de partida de las mujeres para comprender las situaciones de discriminación. En lugar de ello, frecuentemente se toma a los hombres como modelos de referencia. Se tolera, defiende, critica o alaba a las mujeres que irrumpen en ámbitos que se consideran de hombres. Son "ellas" frente a un "nosotros". Y esta dicotomía constituye el marco que expresa las relaciones de poder y las desigualdades.

domingo, 1 de febrero de 2015

Gertrudis Gómez de Avellaneda: la eterna romántica


Un día como hoy, pero de 1873, fallecía en Madrid Gertrudis Gómez de Avellaneda, considerada en su tiempo como una de las mejores expresiones del movimiento romántico. Sus personales circunstancias biográficas, su apasionado carácter, su generosidad y su marcada rebeldía frente a los convencionalismos sociales, que la llevó a vivir de acuerdo con sus propias convicciones, la apartan de la mayoría de las escritoras de su época, convirtiéndola en precursora del movimiento feminista en España. Escritora con un corpus literario amplio en el que se alternan poemas, leyendas, novelas, dramas y artículos periodísticos de indiscutible calidad. Sus melodiosos versos transmiten la hondura de sus pensamientos y sentimientos, en una producción en la que se suceden la expresión del amor, la experiencia religiosa o la nostalgia por su tierra natal. Sus novedosas combinaciones métricas evidencian la maestría de Gertrudis Gómez de Avellaneda en el dominio del verso.

Gertrudis Gómez de Avellaneda conculcó en sus obras literarias los cánones de la escritura femenina, al incluir en ellas preocupaciones sociales y expresar sus sentimientos con una desnudez y sinceridad inusuales. No se contentó con escribir poesía, el género literario apropiado por excelencia para la mujer de la época, sino que se atrevió con específicos géneros literarios calificados de varoniles, como la novela histórica y el teatro.

Escribió la primera novela antiesclavista, Sab, veinte años antes que La cabaña del tío Tom. Luchadora por los derechos de la mujer dejó un legado epistolar inigualable. Fue la primera escritora propuesta para ser miembro de la Real Academia Española, pero fue rechazada por votación por el sólo hecho de ser mujer.

Gertrudis Gómez de Avellaneda (Camaguey, 23 de marzo de 1814 - Madrid, 1 de febrero de 1873). Conocida como "Tula" o bajo su seudónimo "La Peregrina", fue una destacada poetisa camagüeyana, representante del movimiento romántico cubano y precursora de la novela antiesclavista (Sab), defensora del papel social de la mujer. Autora de piezas teatrales que despertaron la admiración del público, la crítica especializada y otros dramaturgos, la Avellaneda consagró una de las principales aristas de su talento a la escena.

Gómez de Avellaneda nació el 23 de marzo de 1814 en la ciudad de Santa María del Puerto del Príncipe, en la entonces colonia española de Cuba. Hija de español y cubana, su padre, don Manuel Gómez de Avellaneda, era comandante de Marina; su madre, doña Francisca de Arteaga y Betancourt, pertenecía a una acaudalada e ilustre familia cubana.

Mary Shelley, la creadora de la primera novela de ciencia ficción: Frankenstein


Un día como hoy, pero de 1851, fallecía Mary Shelley, creadora de Frankenstein e hija de la escritora y feminista Mary Wollstonecraft, autora de Vindicación de los derechos de la mujer.
"Uno de esos seres que sólo aparecen una vez por generación, para arrojar sobre la humanidad un rayo de luz sobrenatural. Ella brilla, aunque parezca oscurecerse y los hombres crean que está apagada, pero se reanima de repente para brillar eternamente".
Mary Shelley (hija de Mary Wollstonecraft y autora de Frankestein)


Mary Wollstonecraft Godwin, más conocida como Mary Shelley (Londres, 30 de agosto de 1797 - ídem, 1 de febrero de 1851), fue una narradora, dramaturga, ensayista, filósofa y biógrafa británica, reconocida sobre todo por ser la autora de la novela gótica Frankenstein o el Moderno Prometeo (1818). También editó y promocionó las obras de su esposo, el poeta romántico y filósofo Percy Bysshe Shelley. 

Hija del filósofo William Godwin y de la escritora y filósofa feminista Mary Wollstonecraft. A los pocos días de su nacimiento, su madre murió de unas fiebres dejando a su marido al cuidado de Mary y de su hermanastra de tres años y medio Fanny Imlay. Godwin contrajo matrimonio con su vecina, Mary Jane Clairmont, que ya tenía dos hijas, y con la que el filósofo alumbraría un nuevo vástago. Godwin llevó a sus dos hijas a la unión, sin embargo, Mary nunca se llevó bien con su madrastra, quien decidió que sólo su hermanastra fuera enviada a la escuela.

Godwin dio a su hija una educación que la alentó a adherirse a las teorías políticas liberales. En efecto, recibió una educación avanzada para una niña de su época. Tuvo una institutriz y una tutora, y leyó varios de los libros para niños de su padre sobre historia antigua de Roma y Grecia en su lengua original. Durante seis meses, en 1811, vivió en un internado en Ramsgate. Su padre la describió a los quince años como una chica "singularmente valiente, un tanto imperiosa y de mente abierta. Sus ansias de conocimiento son enormes, y su perseverancia en todo lo que hace es casi invencible". 

En junio de 1812, su padre envió a Mary a vivir con la familia disidente del radical William Baxter, ubicada cerca de Dundee, en Escocia. Escribió a Baxter: "Estoy ansioso de que ella crezca, como filósofa, o incluso como escéptica". Los historiadores han especulado con que ella fue enviada fuera del país por motivos de salud, para protegerla del lado sórdido de los negocios, o para introducirla en la política radical. Mary Godwin vivió en la casa de Baxter en compañía de sus cuatro hijas durante diez meses, tras los cuales regresó al norte, en el verano de 1813. En la introducción de Frankenstein, de 1831, ella escribió: "Imaginé este libro allí. Fue bajo los árboles que rodean la casa, o en las desiertas laderas de las montañas cercanas, en donde tuvieron lugar mis primeras ideas genuinas y los primeros vuelos de mi imaginación".