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lunes, 29 de diciembre de 2014

María de la O Lejárraga y las cenizas del olvido.


"Y María, tres veces amapola, María,
agua y lira tres veces, la que llevó al poeta
como un niño a través de estos parques de llanto
tendrá una rosa o un oro en vez de aquel violeta
del corazón florido que la quería tanto.

Juan Ramón Jiménez

Un día como hoy, 28 de diciembre, pero de 1874 nacía María de la O Lejárraga, una mujer que podría considerarse una declaración de intenciones en sí misma, a pesar de que permaneciera gran parte de su vida en la sombra. Fue una mujer que tan pronto como fue rescatada de las cenizas del olvido deslumbró por su firme trayectoria, su férreo compromiso y su enorme talento creativo. Sin duda, es una voz destacada del feminismo español.

El caso de María de la O Lejárraga es complejo y penoso. Han tenido que pasar muchos años para que se documente y se reconozca la labor de una mujer que la memoria desterró injustamente y que el crematorio del olvido invisibilizó hasta nuestros días. 

Y es que María fue también Gregorio Martínez Sierra, el nombre y apellidos de su marido, que utilizó para poder ser alguien en el mundo de las letras del primer tercio del s. XX. María se escondió bajo este nombre para evitar el desprestigio, el estigma y la hostilidad con el que eran tratadas por el patriarcado las mujeres que escribían, tildadas despectivamente de literatas por apartarse del "rol femenino" de ángel del hogar. Así pudo tener una voz propia y poderosa. 

También se baraja la teoría de que optó por el anonimato por el amor y abnegación que sentía por su marido o por la indiferencia con que su familia acogió su primera publicación. No fue hasta el año 1952, durante su exilio en Argentina, que resurgió su voz con una obra autobiográfica Una mujer por caminos de España que firmó como María Martínez Sierra y en el que abordó el tema de la mujer y el feminismo.

Esta riojana ilustre fue una de las innumerables voces de la España Republicana que la guerra arrojó al exilio. Algunas tenían un doble registro: el literario y el del compromiso social. Este fue el caso de María: pedagoga, literata, dramaturga, periodista, dominadora de idiomas, fundadora de sociedades en defensa de la mujer, diputada socialista por Granada en 1933; agregada comercial en la embajada española en Bélgica, bajo cuya tutela estuvieron cientos de niños refugiados en la guerra. Más conocida como María Martínez Sierra, estaba casada -recordemos- con el dudoso escritor Gregorio Martínez Sierra, con quien colaboró estrechamente en sus escritos. Hasta el punto de que fue ella la autora de numerosos éxitos teatrales que aparecieron firmados por su marido. 

María de la O Lejárraga y García nace en San Millán de la Cogolla (La Rioja) un 28 de diciembre de 1874, pero se crió en el pueblo de Carabanchel. Estudió magisterio. A los veintitrés años se enamora de Gregorio Martínez Sierra, un joven de diecisiete años al que le gustaba el teatro y escribir poemas. María y Gregorio se casaron el 30 de noviembre de 1900. Ella publicó con su nombre Cuentos breves. Realiza su primer viaje al extranjero para estudiar pedagogía. "Bélgica fue mi iniciadora al socialismo", reconocería. Allí descubrió que los muchachos y las muchachas de la clase media hacían causa común con los trabajadores y con ellos entró por primera vez a una Casa del Pueblo. En 1906, Gregorio Martínez Sierra se enamora de la hermosa y joven actriz Catalina Bárcena. Rafael Cansinos-Assens recoge, en sus Memorias, este comentario del poeta Banco-Fombona: "Gregorio tiene alma de comerciante... Hasta aquí explotó el talento de su mujer... que es quien le escribe sus libros. Ahora va explotar la voz de oro de la Bárcena".

Escribía María en silencio para Gregorio y lo compartía en silencio con Catalina. Esta situación imposible se prolongó durante años, hasta que en 1922 Catalina tuvo una hija con Gregorio.

Entonces María se separó por fin y se fue a vivir a Francia pero siguió escribiendo para su marido. Con la aparición de la revista Helios, en 1904, se intensifica la amistad de María con Juan Ramón Jiménez. La confraternidad fue una de las cosas hermosas en la vida de María y el poeta, según se deduce de su epistolario. Manuel de Falla fue otro de los grandes corresponsales de María Lejárraga. Su amistad fue tan leal y profunda como para convertirse en su confidente.

La obra literaria de María de la O Lejárraga, bajo el nombre de Gregorio Martínez Sierra, es copiosa. Su novela Tú eres la paz, publicada en 1909, constituyó un best-seller. El 21 de febrero de 1911 se estrenó en el teatro Lara Canción de cuna. A partir de este éxito, la carrera teatral de la firma Martínez Sierra fue una de las más triunfales. Hay que destacar también numerosos libretos que, en colaboración con los principales músicos y con los escenógrafos más audaces, dieron lugar a piezas escénicas tan memorables como El amor brujo y El corregidor y la molinera, de Falla; Las golondrinas, de Usandizaga o Navidad, de Turina.

Poco antes de la República, María empezó a dar charlas feministas. Era la Presidenta de la Asociación de Educación Cívica, cuyo objetivo principal fue despertar a las mujeres de la clase media. A estas mujeres de la clase media iba dirigido principalmente su libro La mujer española ante la República, escrito en 1930. El libro lo inició con la siguiente cita: "La Patria, que para los hombres es La Madre, para las mujeres es El Hijo".

Fue elegida diputada en noviembre de 1933 por Granada. El hemiciclo de las Cortes Republicanas tuvo la oportunidad de oír la voz inteligente y sensible de María; la voz de una vocación incansable en contra de la injusticia y en favor de la igualdad. "Es preciso -decía María Lejárraga en la Cámara-, si se quiere libertar al pueblo, librarle de la esclavitud del hambre y de la esclavitud del terror". La noche del 17 de julio de 1936, al salir María del Ateneo, le informan que, en Marruecos, se ha sublevado el general Franco. "... Nuestra bien nacida República. Nació en paz, y murió a mano armada", escribiría más tarde María Lejárraga. En el mes de noviembre de 1936 era designada a la Delegación de Berna, como agregada comercial para Suiza e Italia.

En otoño de 1937, María se hace cargo de una colonia de niños evacuados de España. Al finalizar la guerra comienza un largo exilio con la huida a Francia, donde durante la ocupación nazi sufrió la clandestinidad, pasó hambre, y tras la liberación de París, vivió ciega, pobre y aislada del mundo.

En septiembre de 1950, María de la O Lejárraga se embarca rumbo a Nueva York, vivirá en México y se trasladará definitivamente a Buenos Aires, donde realiza nuevos proyectos literarios y periodísticos. 

Cuando a los 78 años publica en el exilio su autobiografía Gregorio y yo, ya ha pasado para ella mucho dolor y mucha vida. Dos años más tarde publica Una mujer por caminos de España, que es también un libro biográfico en el que cuenta la campaña electoral: emocionante, en una España hambrienta y desgarrada. María de la O Lejárraga murió en Buenos Aires, el 28 de junio de 1974, pocos meses antes de cumplir los cien años. En una de sus últimas cartas, María decía:
"Las mujeres socialistas debemos enseñar, enseñar sobre todo una asignatura única: La solidaridad humana".
Para finalizar, os dejamos un vídeo sobre María de la O Lejárraga, en el que se hace un recorrido por la vida y obra de esta espléndida mujer. Es un reconocimiento tardío, pero necesario. Estamos en deuda con ella.


VÍDEO


FUENTES: Lyceum Club Femenino, La Marcha Obrera, RTVE 

domingo, 14 de diciembre de 2014

Mujeres Ganadoras del Premio Príncipe de Asturias (III). María Zambrano


María Zambrano, o "Cómo descifrar el sentimiento".

"La melancolía es una manera, por tanto, de tener; es la manera de tener no teniendo, de poseer las cosas por el palpitar del tiempo, por su envoltura temporal. Algo así como una posesión de su esencia, puesto que tenemos de ellas lo que nos falta, o sea lo que ellas son estrictamente".
María Zambrano es la más original y destacada entre los filósofos y filósofas de los últimos tiempos en España. Pertenece a una generación de mujeres geniales que vinieron a trastocar el transcurrir de la historia de la Filosofía occidental, obra tradicionalmente de varones. Desde Hannah Arendt, Simone Weil, Rosa Luxemburgo, Edith Stein, Simone de Beauvoir, hasta María Zambrano es una sinfonía de pensadoras de diferentes tendencias, pero todas movidas por ese deseo de renovación de la Filosofía occidental y preocupadas en reflexionar sobre la paz, hasta el punto de que tres de ellas -Simone Weil, Edith Stein y Rosa Luxemburgo- murieron en esta reflexión o a causa de ella. Y también algo más hondo une a estas tres filósofas con María Zambrano y es la coherencia de sus vidas: verdaderos testimonios de autenticidad y entrega a sus ideales y a su vocación. 

María nace en la casa familiar de Vélez-Málaga el 22 de abril de 1904. Hija de dos maestros de la escuela secundaria de dicha localidad malagueña, además de convencidos socialistas, ideología de la que eran entusiastas apologetas. Araceli Alarcón, su madre, gana una plaza de maestra en Madrid y la deja al cuidado de sus abuelos maternos, también maestros. En 1907 se trasladan a Madrid. La madre la lleva al cole "dándome calor con su mano, la recuerdo joven, con un ramo de violetas en el manguito y con el velillo moteado en el sombrero".

En 1910 la familia consigue juntarse en Segovia al obtener su padre, Blas Zambrano, la cátedra de Gramática en la Escuela Normal y la madre, plaza como maestra de colegio. En dicha localidad, su padre fue también presidente de la Agrupación Socialista Obrera y conoció y trató de forma asidua al insigne poeta Antonio Machado con el que mantuvo una estrecha amistad, colaborando con éste en la fundación de la Universidad Popular. Allí nace su hermana Araceli y es donde, a los catorce años, comienza sus estudios de Filosofía y se enamora por primera vez.

En efecto, en la época de sus estudios de bachillerato, cosa inusual en aquellos años en las mujeres, vivió un doloroso romance, que su padre prohibió por incestuoso, con su primo, Miguel Pizarro, junto al que va conociendo la literatura, especialmente de la generación del 98, a través de intensas y apasionadas lecturas. Este amor fallido, al que ella misma califica como el más grande de su vida, le dejó una profunda y dolorosa huella que la acompañó a lo largo de su existencia...

María Zambrano se traslada a Madrid, en 1921, para estudiar filosofía, por libre, en la Universidad Central. Esta época le marca profundamente en su trayectoria intelectual porque, además de ser discípula de Ortega y Gasset, empieza a tratar a personalidades de la talla de León Felipe, a quien conoce en Segovia, a García Lorca, Rosa Chacel y un largo etcétera de intelectuales de la época, ya que empezó a formar parte de la tertulia de la Revista de Occidente. Zubiri, Ortega y Gasset, García Morente que son sus maestros, van formando su vocación y también las largas tertulias con su padre Don Blas y sus amigos, Antonio Machado y Miguel de Unamuno. "Fui", nos dice María, "lo que nunca pude dejar de ser".


jueves, 11 de diciembre de 2014

Dolores Ibárruri: Vivir de pie

Hoy volvemos a repasar la vida de La Pasionaria, dentro de su contexto histórico, como nos la descubre el historiador José Gabriel Zurbano.



En este texto, José Gabriel Zurbano realiza un interesante resumen sobre la intensa y dilatada vida de la dirigente comunista internacional Dolores Ibárruri en su contexto histórico; desde sus inicios en su amada Euskadi natal, cuna de Dolores y de las primeras organizaciones obreras en España; hasta los últimos años de su larga vida, ya de vuelta a su patria en los primeros años de la Transición tras un largo exilio en Moscú. Todo ello sin olvidar el eminente papel que Pasionaria y su partido representaron durante la Guerra de España (1936-1939) frente a la sublevación fascista contra la legalidad democrática republicana de una parte del generalato con el apoyo imprescindible de la jerarquía y la mayor parte del clero de la Iglesia Católica, los terratenientes, el poder financiero y las potencias nazi-fascistas europeas de la época. De la misma manera que el PCE fue la columna vertebral del ejército popular de la República española durante la guerra, tras la derrota republicana Dolores Ibárruri fue la cabeza visible -primero como secretaria general y luego como presidenta- del partido que encarnó la única fuerza política relevante de oposición a la dictadura franquista durante casi cuatro décadas. Por todo ello, Pasionaria se convirtió, ya desde finales de los años 30, en la figura femenina internacional más destacada -como símbolo internacional que traspasó océanos y continentes- de las dos grandes pasiones que protagonizaron la vida de Dolores Ibárruri: el comunismo y la pionera lucha de los pueblos de España frente al fascismo, primero en los campos de batalla y después en la soledad de las trincheras de una ejemplar e inquebrantable lucha clandestina del PCE frente a la dictadura... Vivir de pie: todo un ejemplo para nuestras generaciones.

DOLORES IBÁRRURI, MADRE CORAJE, PALABRA, VOZ, FIGURA Y OBRA DEL ANTIFASCISMO ESPAÑOL.

La forja de un carácter (1895-1917).

Dolores Ibárruri Gómez (La Pasionaria, Gallarta, Vizcaya, 9 de diciembre de 1895 - Madrid, 12 de noviembre de 1989) nació en la zona minera de Vizcaya, la provincia más industrializada y populosa del País Vasco. Su padre, Antonio Ibárruri, era minero y carlista. Su madre, Dolores Gómez, castellana católica y devota también trabajó en la mina antes de casarse. "Soy pues, de pura cepa minera. Nieta, hija, mujer y hermana de mineros... yo no he olvidado nada" [1] De niña tuvo su rebeldía. Asistió a la escuela hasta los 15 años, albergando el deseo de ingresar en la Escuela Normal de Maestras, pero sus esperanzas quedaron frustradas por las necesidades económicas de su familia. Al finalizar sus estudios tuvo que ingresar en una academia de corte y confección que le permitió hallar empleo como sirvienta en la casa de una familia acomodada... el trabajo era agotador, se levantaba a las seis de la mañana y no se acostaba hasta las dos de la madrugada. El 15 de febrero de 1916, se casó en la iglesia de San Antonio de Padua de Gallarta con un minero socialista, Julián Ruiz: pero, como ella misma relata en su autobiografía hasta la guerra civil El único camino, no fue feliz en esta relación dadas las duras condiciones de la vida de las familias mineras y el machismo de su marido. Julián fue detenido tras la Huelga General revolucionaria en la España de 1917 y Dolores se encontró sola con la pequeña Esther, nacida el 29 de noviembre de 1916. La noticia de la Revolución socialista de Octubre de 1917 en Rusia representó para ella un potente rayo de esperanza. 

El primer artículo que publicó en el periódico obrero El Minero Vizcaíno fue escrito en la Semana Santa de 1918. Usó el seudónimo de Pasionaria para firmarlo. Vivió con emoción la revolución de los espartaquistas alemanes de Rosa Luxemburgo en enero de 1919 y cuando en 1921 se produjo la escisión en el PSOE que condujo a la fundación del Partido Comunista de España, Dolores Ibárruri estuvo entre los militantes socialistas vascos fundadores del nuevo partido comunista, siendo elegida rápidamente miembro del Comité Provincial de Vizcaya. En esa época siguieron deteniendo a su marido Julián con cada huelga... Cuando salía de prisión, Dolores solía quedar embarazada; su segundo hijo y único varón, Rubén, nació el 9 de enero de 1920, el mismo año en el que moriría la primogénita Esther. En julio de 1923 tuvo trillizas: Amaya, Amagoya y Azucena. El parto fue difícil y asistido por sus vecinas. Amagoya murió unos días más tarde y Azucena sobrevivió sólo dos años... Eva nació en 1928 y vivió apenas dos meses. La imposibilidad de pagar cuidados médicos y alimentar adecuadamente a sus hijos contribuyó a la muerte prematura de cuatro de los seis que tuvo. A pesar de ello trabajó muy duramente para su familia: plantaba hortalizas y hacía costura para el sastre del pueblo con el fin de incrementar los magros ingresos que provenían del salario de su marido.


Izquierda: Dolores y su hijo, Rubén Ruiz Ibárruri, posan felices en un parque de Moscú ya iniciada la Segunda Guerra Mundial. Rubén murió combatiendo en Stalingrado el 14 de septiembre de 1942, siendo miembro del 62º Cuerpo del Ejército Rojo, durante una encarnizada batalla con los nazis en los alrededores de la Estación Central de la ciudad del Volga. Militante comunista como su madre, Rubén Ruiz recibió a título póstumo la más alta condecoración de la URSS, la de Héroe de la Unión Soviética. Derecha: Dolores saluda al lado de su hija Amaya a la llegada de ambas al aeropuerto de Madrid el 13 de mayo de 1977 en un vuelo de Aeroflot procedente de Moscú. Esta histórica imagen, primera página de todos los diarios de la época, simbolizó la nueva etapa política que se iniciaba en España y el final de 38 largos años de exilio para Pasionaria.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Mujeres Ganadoras del Premio Príncipe de Asturias (II): Caddy Adzuba

Caddy Adzuba, "una voz contra el silencio"



Esta periodista congoleña y militante pro-derechos humanos denuncia, desde hace años, la violación utilizada como arma de guerra en la República Democrática del Congo. Tuve la suerte -la gran suerte- de conocerla en persona -hacía tiempo que iba siguiendo su trayectoria- durante una Conferencia que impartió en mi ciudad, Valencia, sobre "La Violencia Sexual en la R.D. del Congo y el Periodismo como Arma". Los datos sobre la barbarie del conflicto que se está desarrollando en la R.D. del Congo desde hace ya 18 años, inertes en un papel, ya son demoledores, tremendos, pero ocultan las historias de vida de miles, de muchos miles de mujeres que han sufrido, sufren y -si se sigue mirando para otro lado- sufrirán los peores ultrajes. A estas historias les puso su voz Caddy Adzuba; en dos horas hizo encogerse hasta al más insensible corazón: los datos, las cifras inertes, empezaron a cobrar vida clamando justicia, rompiendo el silencio en el que, intencionadamente, se encuentra envuelto este conflicto. 
"(...) Es más que violencia sexual, porque el objetivo de estos actos de violencia es exterminar a una parte de la comunidad. Si pensamos en la definición jurídica de genocidio, se refiere al acto planificado y organizado de acabar con una comunidad o una población completa. Aunque no se sabe con certeza el número de mujeres que ha sufrido estos abusos, podemos decir que hay una planificación porque las cifras son absolutamente desorbitantes. La cuestión no es que sean violadas, sino que después de que esto ocurre quedan destruidas, se convierten en población inútil que no puede volver a su ocupación previa. Muchísimas de ellas han muerto a consecuencia de la violencia sexual. Entonces, ¿por qué no podemos hablar de genocidio contra las mujeres? A mí me parece que encaja con la definición de derecho internacional sobre genocidio. A nosotros nos gustaría que se hablara de feminicidio" (Caddy Adzuba).

"Una personalidad que simboliza la lucha pacífica contra la violencia a las mujeres, a los pobres y contra la discriminación". Así presentó el jurado del Premio Príncipe de Asturias a Caddy Adzuba, al entregarle el Premio de la Concordia.

martes, 25 de noviembre de 2014

ÉBANO, DE JHOANA PATIÑO


Hoy nos vamos a aproximar a la obra poética de Jhoana Patiño, a su prosa poética de hondas sensibilidades.

Jhoana Patiño es una joven escritora colombiana, nacida en Manizales, dedicada especialmente al mundo académico, que empezó su andadura literaria con Ébano, un libro de poemas -o prosa poética- donde se nombra aquello que nos han enseñado a callar, a permitir, a esconder y a olvidar a través de procesos de socialización inequitativos que marcan con hondas cicatrices el cuerpo y la memoria y cuyo máximo fin -de estos procesos- es la naturalización de las desigualdades, la legitimación del poder que oprime y la invisibilización de la pluralidad que nos distingue. 

Y, precisamente, con un lenguaje de profunda conexión con la vida íntima, privada y pública, limpio, transparente y lleno de vida, Jhoana Patiño pretende con Ébano constituir un lugar-espacio de denuncia pública de todas las cadenas sociales que nos atan a lugares, relaciones, normas, valores, discursos y límites impuestos.

La prosa poética de Jhoana Patiño debemos contextualizarla dentro de la sociedad colombiana, para ella una sociedad signada por el miedo, cubierta por la sangre derramada, silenciada por la pobreza y el hambre, secuestrada por la desconfianza, sometida por el individualismo, colonizada por la tiranía y la inequidad, una sociedad donde se condena a los ciudadanos y a las ciudadanas al silencio, al sentimiento de que las palabras sobran en un mar de confusión.

Ébano es la expresión de una vida en resistencia desde la poesía, una vida que sabe que no se hace sola ni se agota en el consumo desmedido de las cosas, una vida que cree y que crea, que rompe la inercia de lo que ha sido destinado, una vida que apuesta por la acción que mueve los límites, por el diálogo que produce intercambio, por la pregunta que ocasiona tensión, por la duda que inquieta la creación, por el sueño que dibuja otros horizontes, por la multiplicidad que potencia la existencia, por el contacto que descubre la fragilidad sutil y poderosa de aquello que humanamente vamos siendo.

Finalmente, podemos decir que, aquí, Jhoana ha dejado testimonios fehacientes de lo que ha sido su recorrido vital, lleno de altibajos, que son los que nos maduran y ella sabe, muy bien, que la única manera de exorcizar esos demonios, esos miedos, esas experiencias trágicas, es de la manera como lo ha hecho, con la palabra, desgarrada o lúcida, violenta o apacible, melancólica o eufórica.

Fuentes: Centro de Documentación Cinde-Manizales (Número 2, septiembre-noviembre 2010).
http://issuu.com/boletincentrodocumentacion/docs/publicaci__n-n__2#

"Ébano" de Jhoana Patiño: Prosa poética de hondas sensibilidades / Manizales -La Patria
http://consulta.lapatria.com/story/%E2%80%9C%C3%A9bano%E2%80%9D-de-jhoana-pati%C3%B1o-prosa-po%C3%A9tica-de-hondas-sensibilidades


ALGUNOS POEMAS

"Estimadas señoras, no nos hemos visto y tal vez nunca nos veremos, pero aun así en las palabras que circulan libres podemos reconocernos. Somos más que carne, más que llanto y miedo. Somos más que limites y pesares. Somos más que la palabra mujeres, más que todo lo que hemos penado, somos más que los hijos, los esposos y el gobierno. Somos seres diferentes, cada una es un universo, cada una es una esperanza, un nuevo comenzar, un sueño. Somos todo lo que queramos ser, todo lo que luchemos, todo lo que construyamos. Somos libres, acá, allá, en el infierno y en el cielo.  No tengo mucho para compartir, sin embargo, desde mi casa hoy les regalo estos versos.
Un abrazo de mariposa" (JHOANA PATIÑO)


VIENTRE DE RESISTENCIA

Yo no soy un vientre, soy un ser,
yo no soy un hijo, soy una mujer,
yo no soy un cuerpo que se toma, soy poder que se cuestiona,
yo no soy un rol, soy relación para la creación,
yo no soy una madre prometida, soy una posibilidad expandida,
yo no soy sólo palabras, soy silencio y miedo,
yo no soy solo razón, soy deseo y decisión
yo no soy sólo cuerpo, soy polvo de estrellas y arenas del desierto,
yo no soy sólo un vientre, soy poesía y canción,
yo no soy un rol, soy movimiento y quietud,
soy sueños y tormentas,
yo no soy un vientre prometido,
soy lo que quiero ser, soy lo que puedo ser,
soy lo que debo ser, pero no soy lo que tengo que ser,
yo soy mujer y me resisto a parir, sólo a parir,
quiero amar la vida, no sólo la vida de unos hijos,
soy mujer y doy vida con mi vida,
soy mujer y decido,
soy mujer y digo,
soy mujer y no crío.
Soy mujer aunque no tenga un hijo.
Yo no soy un vientre, soy vida.

Ébano 2010


NO ERA YO EL PROBLEMA

El problema no era el golpe,
ni el insulto,
tampoco el dolor
o la sangre en el piso.

El problema no era la cicatriz en el cuerpo
ni la culpa que sentía,
mucho menos la vergüenza.

El problema no era mi cuerpo
no eran,
ni mis ojos,
ni mi color.

El problema era mi condición
ser mujer, ese era el problema.

No era por como vestía,
Ni por lo que decía.
Era porque así tenia que ser,
porque siempre había sido de esa manera,
porque la abuela le dijo a mi madre que el hombre era Dios
y eso me enseñó ella.

El problema era el mundo,
con sus códigos machistas,
desiguales y violentos,
con sus lenguajes sexistas
y sus morales dobles.

El problema no era mio,
era de todos,
de los que sabían y no hacían nada,
de los que se tapaban lo oídos y desviaban la mirada,
de los que justificaban al hijo,
de los que celebraban la paliza.

El problema no era yo
y tampoco era nuevo,
era falta de memoria,
injusticia,
abandono.

El problema era una historia contada por hombres
y padecida por mujeres;
eran niñas vestidas de rosa para que fueran más puras
y niños pintados de azul para que fueran más rudos,
el problema no era el golpe en la cara,
era el permiso de todos,
el creer que era natural,
el sentir que era bueno,
el tolerar por miedo.

El problema no era el puño
era la herida en el alma
y el silencio.

Ébano, 2012


ME HABÍAN DICHO QUE NO EXISTÍA...

Me habían dicho que no hablara
me habían dicho que no era buena.

Me habían dicho que no valía
que el amor no existía,
y que los golpes me los buscaba.

Me habían dicho que no preguntara
que no soñara
que aguantara
que las mujeres no pensaban
que mi destino era la casa, la cama y la rabia

Me habían dicho que no podía
que no debía
que me quemaría
que me odiarían
Y yo les creí
Y yo lo permití
Y yo lo Cambié


Ébano, 2012


MUJERES

Mujer, ser  en  tensión y  en posibilidad
Ser de carne, hueso y novedad, eso eres, eso soy, una  mujer en libertad

Mujer en la lluvia y en el sol, en el frio y en el amor,
Mujeres de risa y de llanto, de rabia y pasión
Mujer en la muerte y el dolor, mujer  en la vida y la razón
Mujeres en cada segundo en cada rincón
Mujer de silencios y miedos,
De vidas y cuentos.

Mujeres en las luchas, en las revueltas y las protestas
En los caminos, en la guerra y en la paz
Mujeres seres del viento y de  la mar
Mujeres de manos y de palabras
De falda y pantalón, de casa y de computador

Mujeres de calle, de patio y soledad,
Mujeres de hijos y sin ellos,
Mujer, eso soy, eso eres, mujer  un ser de posibilidad

Ébano 2010


¡PAÍS DE MIERDA!

De vez en cuando muere un gran hombre y este país llora unido al pie de su tumba como si lo quisiera de verdad
De vez en cuando, estalla una bomba y la solidaridad aflora entre nosotros como las mariposas en el rosal
De vez en cuando, en nuestra historia ocurre un genocidio en tierras lejanas llenas de “parias” y entonces unas cuantas lágrimas brotan colectivas de los ojos de la impunidad
De vez en cuando, un niño es violado cual si fuera de trapo y entonces nuestras morales dobles entran en pánico
De vez en cuando, un esposo asesina a su esposa en defensa de su honor burlado
De vez en cuando, un político corrupto le roba al pueblo los recursos de su futuro
De vez en cuando, susurran los periódicos algún fraude electoral  y  todos queremos estallar
¡De vez en cuando este país de mierda tiene memoria y dignidad!
De vez en cuando, los ciudadanos recuerdan la hermandad y se unen entre diferentes para luchar
De vez en cuando, las banderas se pueden ondear por la victoria de la humanidad
De vez en cuando, lo negro es bueno y el miedo nos hace hablar
¡! De vez en cuando, este país de mierda recuerda que puede cambiar!
De vez en cuando, los niños pueden soñar con una casa y un juguete para jugar
De vez en cuando, se construyen parques y se olvida al rival
¡De vez en cuando, en este país de mierda se puede crear!
De vez en cuando,  se dice lo que se siente sin temor al qué dirán
De vez en cuando, en mi país la gente dice no MÁS
De vez en cuando, nos acordamos de los demás…
De vez en cuando, miramos más allá de nuestra propia miseria
De vez en cuando,  derrotamos la indiferencia y abrazamos la conciencia de la libertad
De vez en cuando los buenos somos más y nos resistimos a actuar solo de vez en cuando.
DE VEZ EN CUANDO, ALGUIEN ME RECUERDA QUE PUEDE SER SIEMPRE…

Ébano, 2010


REBELIÓN...

Me rebelo a tener que verte morir en una cama abandonado por nuestra indiferencia,
me rebelo a tener que verte atado a unos pasos que no son por tu elección  si no por falta de opción.
Me rebelo contra las manos sucias de los niños convertidas en cestos de limosna, me rebelo contra el rojo y el azul, contra las balas y los gritos de soberbia, me rebelo contra mi propia tiranía, absurda y mezquina como la de aquel que me engaña y  me daña.
Me rebelo contra el silencio de los buenos que nunca dicen nada, me rebelo contra las masacres del indígena del campesino y del poeta; contra las cadenas invisibles que nos atan a la guerra, me rebelo contra las risas que se compran y se  venden en el mercado de la apariencia; contra el poder que controla las conciencias mediante abrazos y palabras que esconden su garras.
Me rebelo cotidianamente contra la injusticia de los pocos que tienen mucho y  de los muchos que tienen poco, contra la insensible convivencia del individualismo, contra el consumo desmedido de las cosas y contra las cárceles seguras de nuestra miseria.
Me rebelo contra las pieles que se alejan del contacto, contra los ojos que se cierran en medio del disparo, contra los oídos que se tapan ante la mentira de otros labios.
Me rebelo contra el padre que no mima y contra la madre que permite el golpe en la mañana, me rebelo contra el hijo que maltrata y contra la hija que se marcha por temor a la batalla,

Me rebelo contra la falta de tiempo o el exceso de trabajo, contra las horas sin sentido y contra el mundo sin sujetos, me rebelo contra mis miedos y mis silencios, contra mis dudas y mis ausencias
Me rebelo contra los libros que se guardan en los anaqueles de una biblioteca mientras sus hojas se marchitan sin que nadie las lea, contra la retención de la información y contra la violencia de la academia que te hace sentir absurdamente vacío si no compites como buitre por  la fama del sabio que recita teorías aunque en su mundo pequeño siga siendo un simple Humano.
Me rebelo contra la falta de pasión y de amor por el otro y por los otros, me rebelo contra las dictaduras de la posesión y de la invisibilización, contra la mercantilización de la palabra y contra  la violencia naturalizada.
Me rebelo contra todos los que niegan su historia y quieren cortar mis alas, me rebelo contra todos los que suman humanos como si fuéramos cabras.
Me rebelo contra la matanza del gorila de la montaña, contra el envenamiento del agua, contra la muerte del cóndor, contra la compra de misiles y la venta de almas, me rebelo contra tus ausencias y contra nuestros sometimientos
Me rebelo día a día en mis letras y en mis cantos, en mis luchas y en mis saltos, me rebelo en mis latidos y en mis abrazos, me rebelo, me libero y me reto, me reto me libero y me rebelo en cada flor que miro, en cada ser que amo,
 Me libero me reto y me rebelo en cada sueño que construyo en cada acto que hago, Me rebelo en la libertad de saber que no estoy sola y en la resistencia de no vivir la guerra, me rebelo y me libero cuando tú te liberas y te retas, cuando tú vives  y rompes tus cadenas.

Ébano, 2010


ME HUBIERA GUSTADO...

Me gustaría mucho haber crecido en otro vientre,
iniciar la vida de otra forma,
haber dormido en una cuna,
ser hija de otro tiempo.

Me hubiera gustado conocer un arrullo
tener compañía y juguetes.
Me hubiera gustado aprender hablar escuchando otras palabras
encontrar comida en la alacena cuando tenía hambre,
asegurarme en el abrazo de una hermana.

Me hubiera gustado asomarme a la ventana y ver otros niños,
tener una cama para mi sola,
diferenciar el color de las cosas porque me lo enseñaron en la escuela y no porque mi color no era “bueno”,
Me hubiera gustado ser cuidada y no tener que cuidar, 
aprender a orar en las noches pidiendo a Dios cuidar los niños del mundo y no exigiéndole respuestas, 
me hubiera gustado que alguien me la hubiera enseñado la sonrisa,
tener amigos y amigas que no fueran imaginarios.

Me hubiera gustado ver mover la mano de mi padre y sus pies caminando sin miedo,
me hubiera gustado tener en mi memoria otros recuerdos y no estos
Si, me hubiera gustado tanto ser otra bebe, otra niña, otra adolescente, otra mujer, otra historia 

Sin embargo no puedo
soy este cuerpo,
soy esta alma
este rostro
esta historia
esta memoria
este dolor,
esta esperanza,
es así como me he hecho,
no tengo más que mi propia vida
y mis propios sueños.

Mariposa sin alas
Ébano sin tierra,
soy lo que recuerdo,
lo que me mueve,
soy del pueblo, 
de la calle,
de la palabra, 
del bus,
y la piedra,
de la casa sin muebles,
de la patria sin gente, 
soy fragilidad y fortaleza,
temor y resistencia,
ni una cosa ni la otra,
ambas, muchas, infinitas

No soy más que lo que pienso,
no puedo más que lo que siento,
no tengo más que las palabras con las que existo en mis versos,
para crear la posibilidad de otro horizonte,
de un final distinto

 Ébano, 2010

lunes, 24 de noviembre de 2014

25 Noviembre: Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer


Mañana, 25 de noviembre, es el Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer, declarado así por la Asamblea General de la ONU en 1999. La fecha se fijó en recuerdo y homenaje de las hermanas Mirabal, tres mujeres activistas de República Dominicana que fueron brutalmente asesinadas por el dictador Rafael Leónidas Trujillo, un día 25 de noviembre de 1960.


Dos décadas después de este atroz asesinato, en Julio de 1981, en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en Bogotá, surge la propuesta para que el 25 de noviembre sea un día de reflexión y denuncia contra las diferentes formas de violencia que sufren las mujeres; surgiendo el compromiso de impulsar en los respectivos países la celebración de esa fecha. 

En este mismo año, 1981, entra en vigor -casualidad o simple coincidencia- la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres (CEDAW), que ha recibido la denominación de Carta de Derechos de las Mujeres. Si bien en ella no se aborda de manera explícita el problema de la violencia contra las mujeres y niñas. 

Posteriormente, en la Conferencia Internacional de la Mujer organizada por Terre de Hommes (RFA), celebrada del 6 al 15 de mayo de 1987 en Taunus, República Federal Alemana, se analizó la situación de las mujeres, constatándose la existencia de problemas que eran consecuencia de crisis económicas, políticas, o bien resultado de la militarización y de la explotación. Y en esa misma Conferencia, las participantes acordaron el 15 de mayo de 1987 declarar el 25 de noviembre como "DÍA INTERNACIONAL POR LA NO VIOLENCIA CONTRA LA MUJER".


Seis años después, en 1993, la Conferencia de Viena sobre Derechos Humanos aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en la que se definió la "violencia contra la mujer" como 
Todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la vida privada.
En dicha Asamblea se reconoció que eran necesarios "una clara declaración de los derechos que se deben aplicar para asegurar la eliminación de toda violencia contra la mujer en todas sus formas, y un compromiso de los Estados y de la Comunidad Internacional en general para eliminar la violencia contra la mujer". Esta Declaración reconocerá las violaciones a los derechos de las mujeres y las niñas como violaciones a los derechos humanos, haciendo visible la violencia de género, muy especialmente en las situaciones de conflicto armado, donde las violencias contra las mujeres se reconocerán como violaciones de los principios fundamentales de los derechos humanos y del Derecho Humanitario Internacional.


viernes, 21 de noviembre de 2014

Sor Juana Inés de la Cruz (II). Sus Obras


DRAMÁTICA

Además de las comedias Los empeños de una casa y Amor es más laberinto, escrita junto con Juan de Guevara, se ha atribuido a Sor Juana la autoría de un posible final de la comedia de Agustín de Salazar: La segunda Celestina. En la década de 1990, Guillermo Schmidhuber encontró una suelta que contenía un final diferente al que se conocía y propuso que esas mil líneas eran de Sor Juana. Algunos sorjuanistas han aceptado la coautoría de Sor Juana, entre ellos Octavio Paz, Georgina Sabat-Rivers y Luis Leal. Otros como Antonio Alatorre y José Pascual Buxó, la han refutado.

Los empeños de una casa

Se representó por primera vez el 4 de octubre de 1683, durante los festejos por el nacimiento del primogénito del virrey conde de Paredes. Sin embargo, algunos sectores de la crítica sostienen que pudo haberse montado para la entrada a la capital del arzobispo Francisco de Aguiar y Seijas, aunque esta teoría no se considera del todo viable. 

La historia gira en torno a dos parejas que se aman pero, por azares del destino, no pueden estar juntos aún. Esta comedia de enredos es una de las obras más destacadas de la literatura hispanoamericana tardobarroca y una de sus características más peculiares es la mujer como eje conductor de la historia: un personaje fuerte y decidido que expresa los anhelos -muchas veces frustrados- de la monja. Doña Leonor, la protagonista, encaja perfectamente en este arquetipo.

Es considerada, a menudo, como la cumbre de la obra en prosa de Sor Juana e incluso de toda la literatura novohispana. El manejo de la intriga, la representación del complicado sistema de relaciones conyugales y las vicisitudes de la vida urbana constituyen a Los empeños de una casa como una obra poco común dentro del teatro en la Hispanoamérica colonial.

Amor es más laberinto

Fue estrenada el 11 de febrero de 1689, durante las celebraciones por la asunción al virreinato de Gaspar de la Cerda y Mendoza. Fue escrita en colaboración con fray Juan de Guevara, amigo de la poetisa, quien solamente escribió la segunda jornada del festejo teatral. Ezequiel A. Chávez en su Ensayo de psicología, menciona, sin embargo, a Francisco Fernández del Castillo como coautor de esta comedia.

El argumento retoma un tema muy conocido de la mitología griega: Teseo, héroe de la isla de Creta, lucha contra el Minotauro y despierta el amor de Ariadna y Fedra. Teseo es concebido por Sor Juana como el arquetipo del héroe barroco, modelo empleado también por su compatriota Juan Ruiz de Alarcón. Al triunfar sobre el Minotauro, no se ensoberbece, sino que reconoce su humildad.

AUTOS SACRAMENTALES

Desde finales del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX el género del auto sacramental permaneció casi en el olvido. La prohibición de representarlos en 1765 condujo a que la crítica lo señalara como una deformación del gusto y a un atentado contra los principios del catolicismo. Al romanticismo alemán se debe la revaloración del auto sacramental y el interés por estudiar el tema, lo que llevó a señalar su importancia en la historia de la literatura española.

En la Nueva España el auto sacramental comenzó a representarse inmediatamente después de la Conquista, pues era un medio útil para lograr la evangelización de los indígenas. Sor Juana escribió por encargo de la corte de Madrid tres autos -El divino Narciso, El cetro de José y El mártir del sacramento- cuyos temas abordan la colonizacion europea de América. Aquí Sor Juana retoma recursos del teatro de Pedro Calderón de la Barca y las usa para crear pasajes líricos de gran belleza.

El divino Narciso

Es el más conocido, original y perfecto de los autos sacramentales de Sor Juana. Fue publicado en 1689. El divino Narciso representa la culminación de la tradición del auto sacramental, llevada a su punto más alto por Pedro Calderón de la Barca, de quien Sor Juana toma la mayoría de los elementos del auto, y los lleva aún más lejos creando gran auto sacramental. En El divino Narciso Sor Juana usa un conjunto lírico-dramático para dar vida a los personajes creados. El divino Narciso, personificación de Jesucristo, vive enamorado de Su imagen, y a partir de ese planteamiento se narra toda la historia. Marcelino Menéndez y Pelayo, Julio Jiménez Rueda y Amado Nervo han coincidido en que El divino Narciso es el más logrado de los autos sorjuanescos.

Alude al tema de la conquista de América y a las tradiciones de los pueblos nativos del continente, aunque este tema no era popular en la literatura de su tiempo. Sor Juana se aprovecha de un rito azteca, representado por un tocotín, en honor a Huitzilopochtli para introducir la veneración a la Eucaristía y ligar las creencias precolombinas con el catolicismo hispánico. Es una de las obras pioneras en representar la conversión colectiva al cristianismo, pues el teatro europeo estaba acostumbrado a representar sólo la conversión individual.

La obra cuenta con la participación de personajes alegóricos basados principalmente en la mitología grecolatina, y en menor medida en la Biblia. Naturaleza Humana, la protagonista, dialoga con Sinagoga y Gentilidad, y se enfrenta a Eco y Soberbia. Al mismo tiempo Narciso, el divino pastor hijo de la ninfa Liríope y del río Cefiso, personifica a Cristo.

El divino Narciso es en muchos sentidos más que teatro calderoniano, pues su reflexión abarca la relación entre dos mundos. De las diversas fuentes posibles de la concepción de Narciso como Cristo pueden mencionarse desde Plotino hasta Marsilio Ficino. La dimensión teológica y metafísica de la obra también remite a los textos de Nicolás de Cusa, cuya filosofía inspira muchas de las mejores páginas de Sor Juana. En El divino Narciso, el sentido de la exposición teatral de la autora novohispana sobre el sacramento de la Eucaristía puede rastrearse desde la literatura apologética. Considerando que la loa rige una sutil línea argumental sobre cómo los dioses paganos son reverberaciones de la verdad cristiana, sea en el Viejo o en el Nuevo Mundo, podemos encontrar en el auto diversos paralelos míticos que expresan distintas facetas de la religión cristiana bajo los principios ofrecidos por los apologetas que catequizaron el mundo antiguo. El eco de la literatura apologética de principios de la era cristiana repercute, pues, en esta obra de Sor Juana en la medida en que en ella son múltiples los vislumbres de los antiguos dioses paganos como versiones inacabadas o imperfectas de la historia de Cristo. La delicadeza de los versos, la variedad estrófica y la resolución dramática y argumental hacen además de El divino Narciso una de las obras más perfectas de la literatura novohispana. Su propuesta -a más de pacifista mediante un cúmulo de referencias órfico-pitagóricas-, cumple también la misión del auto de sincretizar en favor del cristianismo la antigua religión de los mexicas y ofrece al lector una tesis poética y ecuménica de la religión cristiana.

El cetro de José

Se ignora la fecha de su composición, pero fue publicado, junto con El mártir del sacramento en el segundo tomo de Inundación castálida en 1692 en Madrid. Al igual que El divino Narciso, El cetro de José utiliza a la América precolombina como vehículo para relatar una historia con tintes bíblicos y mitológicos. El tema de los sacrificios humanos aparece nuevamente en la obra sorjuanesca, como imitación diabólica de la Eucaristía. Aun así, Sor Juana siente cariño y aprecio por los indígenas y por los frailes misioneros que llevaron el cristianismo a América, como puede verse en varias secciones del auto. Además, el auto es pionero en representar conversiones colectivas al cristianismo, hecho insólito hasta entonces en la literatura religiosa.

El cetro de José pertenece a los autos vétero-testamentarios, y es el único de esta clase compuesto por Sor Juana. Calderón de la Barca escribió varios autos de esta clase, de los que destaca Sueños hay que verdad son, también inspirado por la figura del patriarca José. Es habitual considerar que Sor Juana escribió sus autos con la firme convicción, alentada por la condesa de Paredes, de que se representarían en Madrid. Por ello, los temas y el estilo de estas obras fueron dirigidas hacia el público peninsular, aunque no existe constancia escrita de que se hayan montado fuera de Nueva Espña. 

El mártir del sacramento

Aborda el tema del martirio de San Hermenegildo, príncipe visigodo hijo de Leovigildo, muerto por negarse a adorar una hostia arriana. Podría catalogarse como auto alegórico-historial, como La gran Casa de Austria, de Agustín Moreto, o El santo rey don Fernando, de Calderón de la Barca. El lenguaje es muy llano y simple, con excepción de algunos tecnicismos de cátedra. Es una obra costumbrista, al estilo de los entremeses del siglo XVI y de algunas obras calderonianas. Sor Juana trata un tema que es, al mismo tiempo, hagiográfico e histórico. Por un lado, intenta robustecer la figura de San Hermenegildo como modelo de virtudes cristianas; por otro, su fuente es la magna Historia general de España, de Juan de Mariana, la obra más reputada de aquella época. La autora juega con "El General", especie de auditorio del Colegio de San Ildefonso, y con la compañía de actores que representarán su auto. La obra empieza al abrirse el primer carro, y existen dos más en el resto de la puesta en escena.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Cuando las mujeres fuimos ciudadanas: el voto femenino



Hoy, 19 de noviembre de 2014, hace 81 años que las mujeres votamos por primera vez en España. Las mujeres conseguimos con este derecho que se nos reconociera como sujetos de pleno derecho, pudiendo participar y ser parte de la sociedad ejerciendo un derecho básico de la ciudadanía, el derecho al sufragio activo.

Este derecho lo reconoció la Constitución de la Segunda República Española en el año 1931. Texto que fue debatido por las Cortes Constituyentes surgidas tras la dimisión de Primo de Rivera y provocó encendidos debates acerca de las "facultades" de la mujer para ejercer el voto.

Pero la cuestión sufragista en España no estuvo exenta de polémica y temor cuando tomó asiento en las Cortes de la II República (de abrumadora mayoría masculina) que concedieron la plena incorporación de las españolas a la ciudadanía.

Paradójicamente las posiciones hostiles a este derecho surgieron de algunos de los partidos de izquierda de entonces. Cabe recordar a uno de los diputados que más se señaló en intentar impedir que las mujeres pudiésemos votar. Éste fue el gallego Roberto Novoa Santos, elegido por la Federación Republicana Gallega, que integraba entre otros a la organización ORGA fundada por Casares Quiroga con la participación de las Irmandades de Fala. 

La intervención de Novoa Santos en ese debate podría pasar a la historia de las opiniones machistas. Así, tras preguntarse por qué habría que concederle a la mujer los mismos títulos y los mismos derechos que al hombre señalaba: "¿Son organismos igualmente capacitados?". Para a continuación explicar que la mujer era "todo pasión" y "todo sensibilidad" pero que, lamentablemente, carecía de reflexión, espíritu crítico y ponderación. Virtudes éstas que "no domina". A continuación hacía partícipe al resto de los diputados de interesantísimas teorías clínicas tales como que "el histerismo no es una enfermedad, es la propia estructura de la mujer".

Tras estas ocurrencias subyacía también el temor a que las mujeres, a las que se tenía bajo la presión de la iglesia, fuesen un brazo electoral de ésta. El mismo miedo lo tenía una de las únicas tres diputadas en las Cortes, Victoria Kent, quien pidió varias veces, sin éxito, aplazar el sufragio femenino pero, en este caso, no cuestionando su capacidad, sino la oportunidad. Para Victoria Kent, la adhesión mayoritaria de las mujeres a los principios de la iglesia, ponía en riesgo la existencia de la recién nacida república. Previamente, millón y medio de mujeres católicas habían firmado un escrito que pedía el cambio de la Constitución para respetar los "derechos de la Iglesia". Las mismas tesis defendía la diputada del PSOE Margarita Nelken, quien expresaría sus reticencias y convencimiento de que las españolas no estaban preparadas para asumir sus derechos políticos a la altura de 1931.


En cambio, la feminista Clara Campoamor se definió fiel partidaria del inmediato sufragio y defensora del principio de igualdad jurídica entre ambos sexos. Su discurso en las Cortes recuerda las referencias de emancipación y plena igualdad de las mujeres expresadas en su día por Harriet Taylor Mill y Jonh Stuart Mill, que negaban todo fundamento racional para establecer diferencias legales en razón del sexo. 

Esta división de opiniones y posicionamientos contrapuestos en torno al derecho al voto femenino se saldó el 1 de octubre de 1931, con su aprobación por las Cortes republicanas en un apretado triunfo del sí con un margen de 40 votos a favor. En efecto, posiblemente gracias a la defensa de Clara Campoamor, la propuesta salió adelante por 161 votos a favor contra 121. Clara Campoamor manifestó entonces que "la única manera de madurarse para el ejercicio de la libertad... es caminar dentro de ella".


El sufragio femenino no tuvo desgraciadamente mucho camino. Y sería en 1936 la segunda y última vez que podríamos ejercitar el voto libre por la llegada de la dictadura franquista, que no sólo impidió el ejercicio del derecho al voto libre, sino que impuso un rancio patriarcado sexista que hizo retroceder siglos la lucha feminista por la igualdad.


FUENTE: BLASTINGNEW- Ocio y Cultura