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jueves, 31 de julio de 2014

Las Trece Rosas: la Causa 30.426 (I)



Las ejecuciones de mujeres habían comenzado el día 24 de junio de 1939, con el fusilamiento de las hermanas Guerra Basanta, Manuela y Teresa, y rara era la semana en la que no hubiera alguna, pero podemos decir que bajo este número, la causa 30.426, se escondió una de las matanzas más atroces del siglo XX: el vil asesinato colectivo celebrado en las tapias del Cementerio Este de Madrid el 5 de agosto de 1939 de trece jóvenes, muchas de ellas menores de edad, que ha pasado a la historia como la ejecución de las "Trece Rosas Rojas". 

Su destino empezó a marcarse el día 2 de agosto de 1939, cuando fueron llamadas "a jueces", a personarse ante el juez instructor de su causa, "el magistrado Eduardo Pérez Griffo, de treinta años, capitán honorífico del Cuerpo Jurídico Militar y titular del Juzgado Militar número 8, que había instruido el sumario con la colaboración del falangista José Zubizarreta Gutiérrez como secretario", bajo la acusación de "rebelión militar", "por el que el fiscal les pedía la pena de muerte". A pesar de que habían sido interrogadas por juzgados diferentes y acusadas de delitos distintos, e incluso de que algunas no se conocieron hasta ingresar en la cárcel de Ventas, "la autoridad judicial había decidido refundir sus causas en una sola y dar así unidad a una investigación que no la tenía".

La instrucción finalizó con un auto de procesamiento y compendio de las actuaciones, en el que el magistrado las acusaba, junto a otras dos mujeres y a otros cuarenta y tres muchachos más, "de formar parte de las Juventudes Socialistas Unificadas, una de las organizaciones que (...) pretende ejecutar en España las órdenes que le vienen del extranjero para procurar el fracaso de las instituciones político-jurídicas del Nuevo Orden Estatal, que el Ejército y la Falange han dado e impuesto a España (...)", además de formar parte de una red "de apoyo a los presos" y, como acusación más grave, la de proyectar "un golpe de mano el día del desfile de la victoria, para lo cual habían recogido armas y explosivos", con el fin de "boicotear las iniciativas de engrandecimiento patrio, y seguir en la paz la misma tónica que en la pasada guerra: infamias, mentiras, atentados, lucha de clases, comunismo, masonería, etc.". Entre medias se las acusaba de preparar un atentado contra Franco y de inductor@s del asesinato del comandante de la Guardia Civil Isaac Gabaldón Irurzun, cometido el día 29 de julio de 1939, cuando todas las personas condenadas a muerte bajo este fatídico número llevaban tiempo en prisión.

Al día siguiente, el 3 de agosto de 1939, comenzaría un final sin retorno, en principio, para catorce mujeres cuyo delito fue luchar por la libertad, y ayudar a las personas más necesitadas; la única evidencia que podría constarle a la autoridad judicial era la pertenencia de algunas de ellas a las Juventudes Socialistas Unificadas y al Partido Comunista de España, pero otras, como por ejemplo Blanca Brisac, no había pertenecido ni se le conocía ideología política.

Casi 75 años después, el espíritu de las Trece Rosas debe permanecer en nuestra memoria colectiva; porque representa un pasado que es necesario conocer y esclarecer para poder hacer justicia. Una justicia que se sigue negando a miles de personas que dieron su vida por la democracia y siguen enterradas en fosas comunes.

La Historia pondrá a cada persona en su lugar, y, los nombres de las Trece Rosas no se han borrado en la Historia, como pidió Julia Conesa Conesa, en la última carta que escribió a su familia, poco antes de ser vilmente asesinada. Recordemos, nuevamente, sus nombres: Ana López Gallego, Victoria Muñoz García, Martina Barroso García, Virtudes González García, Luisa Rodríguez de la Fuente, Elena Gil Olaya, Dionisia Manzanero Sala, Joaquina López Laffite, Carmen Barrero Aguado, Pilar Bueno Ibánez, Blanca Brisac Vázquez, Adelina García Casillas y Julia Conesa Conesa.




PARA QUE VUESTRA MEMORIA PERDURE A TRAVÉS DE LOS TIEMPOS

El sol esa mañana
salió vestido de negro.
Se ocultó tras una nube
no quería ver
lo que estaba viendo.
La luna se fue llorando
para no verlo;
se quitó la bata de cola
y la cambió por un vestido
de crespón negro.
Lloraba gotas de sangre
sobre las tapias del cementerio
de la Almudena, testigo mudo
de aquel suceso.
También lloró la paloma
por las Trece Rosas
caídas, inertes en el suelo
y de tantos compañer@s.
Era la España negra,
sin libertad ni derechos.
Balas de acero
os quitaron la vida,
la libertad, la esperanza
y los sueños.
Fueron voces calladas
a sangre y a fuego.
Para l@s que dieron su vida,
para l@s que fueron encarcelad@s,
para l@s que fueron encerrad@s
en los campos de concentración 
sin libertad ni derechos.
Para l@s perseguid@s.
Para l@s que aún viven.
Para los sueños rotos
de tant@s compañer@s.
Para que vuestra memoria
no quede en el olvido.
Aunque no caminemos junt@s
y el esplendor de las flores
no os devuelvan la vida
viviréis para siempre
en nuestros corazones
y vuestro recuerdo
perdurará en nosotr@s
a través de todos los tiempos.

LAS TRECE ROSAS
FUENTES: Las Trece Rosas Rojas, de Carlos Fonseca; La voz dormida, de Dulce Chacón; Blog Hablandorepublica; Blog cuadernosdealfonsosalazar; Poema: http://trecerosas.crearforo.com/poesia-a-las-trece-rosas-tema80.html

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Una niña afgana de diez años violada por un mulá podría ser asesinada por su familia

Con sólo 10 años, la pequeña afgana Berishna fue salvajemente violada por un clérigo (un mulá).
Sus heridas eran tan graves (le causó una fistula entre la vagina y el recto), que necesitó 22 días de hospitalización.
Pero, por tremendo que resulte su calvario, físico y moral, sólo acaba de empezar.
Ahora, su familia quiere matarla para "limpiar la vergüenza" con su sangre.


La pesadilla para Berishna comenzó el pasado 15 de mayo. El mulá Mohamed Amin, de una mezquita situada en Alti Gumbad, pidió a la pequeña que se quedase a limpiar tras estudiar el Corán en la mezquita de su pueblo, situado en la remota provincia norteña de Kunduz. Allí mismo la ató y perpetró la brutal violación, tras lo cual la soltó, amenazándola de muerte si se lo contaba a alguien.

La pediatra Hasina Sarwari, que dirige un centro de acogida para mujeres, ha relatado que cuando Berishna regresó a su casa su madre, alarmada por la sangre, llevó a su hija a un hospital. "El informe médico reveló que la violación había sido tan violenta que le causó una fístula entre la vagina y el recto", explica Sarwari.

La niña estuvo ingresada en el centro médico durante 22 días, tiempo durante el cual la Policía, los sanitarios y Sarwari protegieron a Berishna de su familia. Sus familiares querían llevársela y hablaron "claramente de matarla y tirarla al río", según la activista. 

"Pero la tía de la pequeña no estaba de acuerdo y me avisó", cuenta Sarwari, quien añade que "gracias a ello pudimos protegerla y evitar el 'crimen de honor'".

Los crímenes de honor son habituales en Afganistán, especialmente por casos de relaciones extra o prematrimoniales, en los que las mujeres suelen ser culpadas y castigadas con mayor dureza que los hombres, a pesar de ser objeto de violaciones o relaciones forzosas.

A pesar de los avances sociales que comportó la caída del régimen talibán hace trece años, los derechos de las mujeres en Afganistán siguen siendo vulnerados y los analistas creen que su situación empeorará con la retirada de las tropas de la OTAN en diciembre.

Los habitantes del pueblo apresaron al mulá, le dieron una paliza y lo entregaron a la Policía.

El líder religioso admitió, en prisión -donde continúa-, la relación sexual, pero aseguró que fue consentida y que pensaba que la niña tenía 17 años. Además, se ¡¡ofreció!!! a recibir 20 latigazos y casarse con Berishna en dos años, oferta que la familia rechazó.

Una vez que la niña recibió el alta, la pediatra Sarwari se la llevó a un centro de menores, lo que le ha valido amenazas de mulás y milicias armadas. "Comenzaron a amenazarme para evitar que el caso se hiciese público. Los mulás y los líderes religiosos son muy respetados y querían evitar que la violación se hiciese pública. Querían que denunciase a otra persona por ello", narra Sarwari.

El marido de la pediatra fue apaleado por milicias locales y la jefa de la Oficina de la Mujer en Kunduz, Naderah Geyah, dimitió tras recibir amenazas de muerte.

Quieren limpiar el "deshonor" matando a la pequeña.

Finalmente, tras 25 días en el centro de acogida, la policía entregó a la niña a su familia, hace ahora once días. Sin tener noticias de su paradero ni de su estado, ahora se teme por su vida. La familia no responde a las llamadas de los activistas humanitarios en la zona, que no han vuelto a ver a la menor.

Mientras el clérigo culpable disfrutará de una vida en libertad con sólo 20 latigazos de condena por violador, la vida de Berishna no parece valer nada en su país: las milicias locales quieren verla muerta. Los mulás también. Hasta su propia familia quiere lavar la violación matándola. "Un crimen de honor", una práctica animal y primitiva que se ceba especialmente en las mujeres que, por ejemplo, han sido violadas, como es el caso de Berishna. Quienes la ayudaron han recibido amenazas de muerte y dan la voz de alarma a la comunidad internacional.

Por ello, Hazte Oír (HO) ha iniciado una campaña de recogidas de firmas, una alerta en HO.

Por increíble que parezca, la esperanza de esta niña de 10 años está en la presión internacional. Desde HazteOir.org son muy conscientes de la necesidad de actuar: cabe hacer mucho cuando en determinados países, por el simple hecho de ser mujer, una persona es tratada peor que los animales. Como señala Miguel Vidal, director de Campañas de HO, "para empezar, no nos resignamos. A través de la alerta habilitada en HO, miles de ciudadanos nos hemos empezado a movilizar por Berishna, dirigiendo una carta al presidente de la República Islámica de Afganistán, Hamid Karzai, urgiéndole a que localice a la niña, la proteja de su propia familia y evite su asesinato".

Es posible salvar a Berishna. Firma la alerta, aquí

FUENTES: La Información, Redacción de HazteOir.org

miércoles, 30 de julio de 2014

30 de Julio: Día Mundial contra la Trata de Personas

Tres de cada cuatro víctimas son mujeres o niñas, en la mayoría de casos esclavas sexuales o laborales.



Millones de personas, en su mayoría mujeres y niños y niñas, son víctimas cada año de las redes que trafican con seres humanos, un negocio que mueve millones de euros y sobre el que Naciones Unidas quiere alertar especialmente este miércoles, 30 de julio, en el primer Día Mundial contra la Trata de Personas.

El Día Mundial contra la Trata fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución A/RES/68/192, y nació con el objetivo de alertar de un crimen incesante y mostrar solidaridad con las víctimas, cuyo número exacto ni siquiera se conoce. Sólo los niños y niñas forzadas a trabajar ya suman más de 20 millones, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El tráfico de personas es un grave delito y una grave violación de los derechos humanos. Cada año, miles de hombres, mujeres, niñas y niños caen en las manos de traficantes, en sus propios países y en el extranjero. Prácticamente todos los países del mundo están afectados por el tráfico, ya  sea como país de origen, tránsito o destino de las víctimas. 

La trata (art. 3 del Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata) se define como "la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación"; incluyendo, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.

Se estima que 2,5 millones de personas están atrapadas en las redes de la esclavitud moderna. Y ésta, la esclavitud, tanto en su forma moderna como en la antigua, no es sólo una vergüenza, sino que es "la execrable suma de todas las villanías", como la definió el abolicionista John Wesley, y no tiene cabida en nuestro mundo.

Un informe publicado en 2012 por la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC), elaborado a partir de la información de más de 150 países, alertaba de que el 59 por ciento de las víctimas son mujeres y un 17 por ciento, niñas. Los hombres adultos representan un 14 por ciento y los menores, un 10 por ciento.

Por regiones, los países de África y Asia cuentan con más casos de explotación laboral, mientras que en Europa o América abunda la sexual. El tráfico de órganos, según el informe de la UNODC, está todavía presente en 16 países del mundo.

En el año 2000, la Asamblea General de la ONU adoptó la Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional y un protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la trata de personas, especialmente de mujeres y niñ@s. Las medidas entraron en vigor en 2003 y representan, a día de hoy, el único instrumento internacional que persigue este tipo de abusos.

A nivel nacional, corresponde a cada país la aplicación del protocolo y su integración en las respectivas legislaciones. La ONU considera que, a pesar del aumento del número de condenas por el delito de trata de personas, la estadística sigue siendo baja, por lo que ha reclamado una aplicación más eficaz de la nueva normativa y mayor cooperación regional e internacional.

Por ello, en 2010, la Asamblea General adoptó un Plan de Acción Mundial para Combatir el Tráfico de Personas, urgiendo a los Gobiernos de todo el mundo a derrotar este flagelo. El Plan llama a integrar la lucha contra la trata en los programas de las Naciones Unidas para el fomento del desarrollo y el esfuerzo de la seguridad mundiales. Una provisión crucial del Plan es el establecimiento de un Fondo Voluntario Fiduciario para las víctimas del tráfico, especialmente mujeres y niñ@s.

En 2013, la Asamblea General sostuvo una reunión para evaluar el Plan de Acción Mundial. Los Estados miembros adoptaron la resolución A/RES/68/192 y designaron el 30 de julio como el Día Mundial contra la Trata. En la resolución, se señala que el día es necesario para "concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano y para promocionar y proteger sus derechos".

FUENTES: La Información, Europa Press, Naciones Unidas


Homenaje a Las Trece Rosas en el 75º Aniversario de su "vil asesinato"

El próximo 5 de agosto se cumplirán 75 años del fusilamiento de las Trece Rosas. ¿Motivos? Sus ideas, su honestidad y su bondad. Por eso, desde este humilde rincón de "Mi Mundo Violeta", vamos a hacerle un pequeño y merecidísimo homenaje, con el fin de contribuir a su recuerdo para que "sus nombres no se borren en la historia". 


Intentaremos aproximarnos un poco a la historia que desencadenó en aquel fatídico día -el 5 de agosto de 1939-, a las vidas de las trece jóvenes "asesinadas" por las fuerzas de represión franquistas, al texto del expediente número 30.426, en virtud del cual fueron enjuiciadas las Trece rosas, junto a cuarenta cinco personas más: otras dos mujeres (una de ellas también condenada a muerte, pero no fue ejecutada por un error administrativo) y cuarenta y tres hombres, todos ellos condenados a muerte; en total, de ese expediente saldrían 57 condenas a muerte, casi todas ellas recaídas en personas jóvenes que en muchos casos no habían cumplido los 20 años o apenas los sobrepasaban (menores de edad, habida cuenta que en 1939 la mayoría de edad estaba fijada en los 21 años). 

Y lo haremos a través de una serie de textos que irán apareciendo -al menos, esa es la intención- diariamente, hasta el 5 de agosto, cuando se cumplen 75 años de ese "vil asesinato". 

De momento y para abrir boca, os dejo con un poema de Julián Fernández del Pozo dedicado a las Trece Rosas:

Madrid se viste de luto,
por trece rosas castizas,
trece vidas se cortaron,
siendo jóvenes, casi niñas.

Malditas sean las almas,
de sus verdugos fascistas,
que con guadañas de odio,
segaron sus cortas vidas.

España es vuestra madre,
su cielo vuestra sonrisa,
sus campos tienen la sangre,
de unas rosas, casi niñas.

El pueblo de Madrid os quiere,
ese pueblo que abomina,
de salvadores de patrias,
de rojos y de fascistas.

Madrid es patria de todos,
su nombre solo mancillan,
el odio de los caciques,
cuya razón es la envidia.

Las rosaledas de parques,
de esta, nuestra España chica,
reflejarán vuestras caras,
vuestras sonrisas de niñas.

Benditas seáis mil veces,
benditas vuestras familias,
malditos los asesinos,
que nuestras rosas marchitan.

Sus nombres eran: Carmen Barrero Aguado, Martina Barroso García, Blanca Brisac Vázquez, Pilar Bueno Ibáñez, Julia Conesa Conesa, Adelina García Casillas, Elena Gil Olaya, Virtudes Gónzalez García, Ana López Gallego, Joaquina López Laffite, Dionisia Manzanero Salas, Victoria Muñoz García y Luisa Rodríguez de la Fuente.

A ellas se debe sumar Antonia Torres Llera, también condenada a muerte en el mismo consejo de guerra, pero no sería fusilada hasta el 19 de febrero de 1940 por un error administrativo (cuando pasó "la saca" la madrugada del 5 por la cárcel de Ventas, en la ejecutoria constaba Antonio Torres, en lugar de Antonia).

Y, finalmente, a ellas debemos también sumar a Julia Vellisca -eran 15 las mujeres que fueron "enjuiciadas" el 3 de agosto de 1939, por el expediente nº 30.426-, que fue la única que salvó la vida en aquel consejo de guerra a cambio de doce años de reclusión.


FUENTES: Wikipedia; Trece Rosas Rojas, de Carlos Fonseca; La voz dormida, de Dulce Chacón.

IMÁGENES: GOOGLE


martes, 29 de julio de 2014

Espías, obreras y sufragistas

Cuando estalló la guerra, las activistas inglesas libraban un pulso feroz por el derecho al voto. La contienda empleó a millones de mujeres en la industria. Y aunque luego fueron expulsadas del mercado laboral, el cambio social ya estaba en marcha.

El vendaje con el que se apretaba el pecho le cortaba la respiración. Aun así, siempre pedía un tirón más. «Aprieta, aprieta», murmuraba el soldado Denis Smith a su compañero Tom Dunn, cuando el sol desperezaba a la compañía de zapadores. El soldado Smith se llamaba en realidad Dorothy Lawrence y bajo las vendas y las ropas militares se escondía en realidad una inglesa de 19 años que quería ser corresponsal de guerra. Ante la negativa de los editores de periódicos y del Ministerio de Guerra británico de dejarla ir al frente, se las había ingeniado para cruzar el Canal de la Mancha, contactar con dos soldados en un café de París y, tras pasar unos días escondida en una cabaña, acabar poniendo minas al norte de Francia a 350 metros de las líneas enemigas.

Allí, soportando durante 10 días seguidos los bombardeos alemanes, el agotamiento, la humedad, el frío y el hambre le acabaron provocando un desvanecimiento. Si acababa en el hospital de campaña, pensó, se descubriría el engaño y todos sus cómplices acabarían ante un consejo de guerra. Así que a la mañana siguiente se presentó ante el sargento de guardia, y confesó. A cambio de su silencio y de firmar un documento en el que se comprometía a no explicar cómo se había infiltrado en las trincheras, fue enviada a un convento hasta su repatriación. La historia, no obstante, no acaba en el convento, sino en el psiquiátrico -el otro lugar reservado para desobedientes-. Acabada la guerra, publicó Sapper Dorothy Lawrence: the only english woman soldier con resultados terribles: primero el libro fue censurado. Y en 1925, sin ingresos ni credibilidad como periodista, fue encerrada en un sanatorio tras asegurar que el guardián de su iglesia había abusado de ella de joven. La nota a pie de página de esta historia diría que décadas más tarde se supo que sus denuncias fueron lo bastante convincentes para ser incluidas en su historial médico.

El caso de Dorothy, aun exótico, no fue una seta en aquel convulso 1914 en el que las sufragistas se habían empleado a fondo en aquella máxima suya de que los derechos de las mujeres exigían más acción y menos palabrería. En febrero, 14 activistas habían sido detenidas en una tumultuosa protesta ante el Parlamento británico. En los últimos meses, el pulso feroz que habían librado con las autoridades -que las alimentaban a la fuerza durante sus huelgas de hambre- había dejado un reguero de cristales rotos en organismos oficiales, batallas campales en las que la policía disparaba balas de fogueo y ellas respondían con paraguazos y lanzamiento de sillas, e incendios en mansiones, campos de golf, estaciones, muelles y pajares. Por aquellas fechas, la prensa inventarió hasta 141 «actos destructivos».

Pero, sin duda, uno de los que sumó más titulares fue el que protagonizó Mary Richardson, que en marzó cogió un hacha de carnicero y, en respuesta al arresto del día anterior de la líder Emmeline Pankhurst, asestó siete cortes a la altura de los hombros de La venus del espejo, de Velázquez, en la National Gallery. La obra fue restaurada sin problemas, y la agresora, condenada a seis meses de cárcel (la máxima pena por dañar una obra de arte). Los periodistas, sin embargo, hablaron del ataque en términos de asesinato («le infligió una cruel herida en el cuello», se lamentaba, melodramáticamente, The Times) y le reservaron para la posteridad el apodo de Mary, la acuchilladora. La acción, dejaban entrever, era el resultado de una feminista perturbada que no soportaba los desnudos femeninos. Para la prensa, como para el establishment, aquello no eran más que extravagancias de señoras encaprichadas en acceder a derechos y espacios reservados a los hombres.

Guerrilla feminista
Richardson, como Pankhurst, formaban parte del Women's Social and Political Union (WSPU), el flanco más radical del movimiento de mujeres. Sin embargo, toda la visión que tuvieron a la hora de amplificar su discurso con acciones espectaculares («¿estaría dispuesta a ir a prisión?», le preguntó un periodista a Pankhurst, a lo que esta replicó: «Oh, sí, absolutamente. No sería tan terrible, ya sabe, y sería una experiencia valiosa») se nubló al apoyar la guerra. Si las mujeres arrimamos el hombro -venían a decir- allanaremos el camino a los derechos civiles. Como se vio luego, el silogismo no fue tan sencillo.
En el continente, la contestación femenina fue más sonora. La baronesa Bertha von Suttner, que acababa de morir, había dejado en herencia su pacifista Abajo las armas. Anita Augspurg y su pareja, Lyda Heymann, se empleaban en la causa, y la socialista Rosa Luxemburgo empezó a coleccionar enemigos en cuanto dijo que la contienda era un «enfrentamiento entre imperialistas» y que en las «guerras siempre aumentan los dividendos y caen los proletarios». Acusada de alta traición, se pasó en la cárcel la mayor parte de la guerra. Y en enero de 1919, tras ser detenida en el levantamiento espartaquista, apareció flotando en el canal Landwehr de Berlín con un tiro en la cabeza.
Antes de que eso ocurriera, a uno y otro lado de las alambradas la vida de las mujeres había cambiado a grandes zancadas. De golpe, se habían necesitado sus brazos en las fábricas (en 1918, el 35% de la mano de obra industrial en Gran Bretaña y Alemania era femenina), en los hospitales, en la intendencia e incluso en los servicios de espionaje. Más de 6.000 mujeres fueron reclutadas por la inteligencia británica entre 1909 y 1918, ya fuera recopilando información o pasándola a soldados. «Sin ellas, el Gobierno no habría podido crear las vastas redes clandestinas que desarrolló en la primera guerra mundial», afirma Laura Manzanera en Mujeres espías.
Muchas de ellas fueron apresadas y algunas secundaron huelgas al ser obligadas a fabricar munición contra sus países. Lo cierto es que, ya fuera en las cárceles o en las ciudades, la guerra supuso una escuela de cultura política y una tumba para la moral victoriana. Las mujeres empezaron a guardar en los baúles los corsés, las sombrillas y las faldas largas. También se quitaron de encima a las carabinas y algunas se pusieron al volante y contribuyeron al humo y al debate en los cafés. Sin embargo, como subraya el historiador David Stevenson, las señoras, en términos laborables, salieron de la guerra por dos puertas diferentes. Las inglesas acomodadas y de clase media, por ejemplo, pudieron acceder por ley a puestos de oficinista, a la abogacía, la arquitectura e incluso al Parlamento. El resto, sin embargo, «fueron expulsadas sin miramientos del mercado laboral».
Vuelta atrás
Mucho se ha discutido, recuerda Stevenson, sobre si trabajar hasta la extenuación en las industrias de guerra en condiciones insalubres y cobrando sueldos inferiores a sus compañeros merece la etiqueta de emancipación, pero lo cierto es que la ley inglesa obligó a las mujeres que trabajaban en la industria a dejar sus puestos cuando acabara la contienda, a aceptar subsidios menores y a recibir formación solo en «oficios femeninos»: básicamente el textil y el servicio doméstico. La prensa, que tanto las había elogiado, las acusaba ahora con el índice de «quitar el trabajo a los soldados». A principios de los años 20, el porcentaje de mujeres con trabajo remunerado había descendido a un cifra inferior a la de 1911.
Situación parecida se vivió en EEUU y Francia, donde, apunta Stevenson, «la finalidad de la política de subsidios y la nueva legislación contra los anticonceptivos y el aborto era fomentar la vuelta a la vida doméstica y elevar de nuevo la tasa de natalidad del país». ¿Y qué pasó con el derecho al voto, dirán? Para el final de la guerra, las estadounidenses ya podían concurrir a las urnas, lo mismo que las británicas mayores de 30 años. Las francesas, en cambio, tuvieron que esperar a una generación más: se aprobó un proyecto de ley, pero el Senado, temeroso de la influencia del clero, lo congeló. Entre 1914 y 1930, una treintena de países aprobaron el sufragio femenino.
A aquellas alturas, sin embargo, ya quedaba meridianamente claro que, más allá de las urnas, la gran batalla iba a librarse en la vida cotidiana.
POR NÚRIA MARRÓN / EL PERIÓDICO.COM

Poesía Hecha por Mujeres (XV). Alfonsina Storni

Alfonsina, la mujer y poetisa inolvidable


"Nací al lado de la piedra junto a la montaña, en una madrugada de primavera, cuando la tierra, después de su largo sueño, se corona nuevamente de flores. Las primeras prendas que al nacer me pusieron las hizo mi madre cantando baladas antiguas, mientras el pan casero expandía en la antigua casa su familiar perfume y mis hermanos jugaban alegremente. Me llamaron Alfonsina, nombre árabe que quiere decir dispuesta a todo". 

Alfonsina Storni Martignoni (Sala Capriasca, Suiza, 29 de mayo de 1892 - Mar del Plata, Argentina, 25 de octubre de 1938) fue una poetisa y escritora argentina del modernismo.

Sus padres, dueños de una cervecería en San Juan, regresaron a Suiza en 1891. Y en 1896 volvieron a Argentina junto con Alfonsina, quien había nacido durante la estadía de la pareja en el país europeo. En San Juan concurrió al jardín de infantes y desarrolló la primera parte de su infancia. A principios del siglo XX la familia se mudó a Rosario, donde su madre fundó una escuela domiciliaria y su padre instaló un café cerca de la estación de ferrocarril de Rosario Central. Alfonsina se desempeñó como mesera en el negocio familiar, pero dado que este trabajo no le gustaba se independizó y consiguió empleo como actriz. Más tarde recorrería varias provincias en una gira teatral.

Storni ejerció como maestra en diferentes establecimientos educativos y escribió sus poesías y algunas obras de teatro durante este período. Su prosa es feminista, y, según la crítica, posee una originalidad que cambió el sentido de las letras de Latinoamérica. Otros dividen su obra en dos partes: una de corte romántico, que trata el tema desde el punto de vista erótico y sensual y muestra resentimiento hacia la figura del varón, y una segunda etapa en la que deja de lado el erotismo y muestra el tema desde un punto de vista más abstracto y reflexivo. La crítica literaria, por su parte, clasifica en tardorrománticos a los textos editados entre los años 1916 y 1925; y, a partir de Ocre, encuentra rasgos de vanguardismo y recursos como el antisoneto. Sus composiciones reflejan, además, la enfermedad que padeció durante gran parte de su vida y muestran la espera del punto final de su vida, expresándolo mediante el dolor, el miedo y otros sentimientos.

Fue diagnosticada de cáncer de mama, del cual fuer operada. A pedido de un medio periodístico se realizó un estudio de quirología, cuyo diagnóstico no fue acertado. Esto la deprimió, provocándole un cambio radical en su carácter y llevándola a descartar los tratamientos médicos para combatirla.

Se suicidó en Mar del Plata arrojándose de la escollera del Club Argentino de Mujeres. Hay versiones románticas que dicen que se internó lentamente en el mar. Su cuerpo fue velado inicialmente en esa ciudad balnearia y finalmente en Buenos Aires. Actualmente sus restos se encuentran enterrados en el Cementerio de la Chacarita.

domingo, 27 de julio de 2014

Líder extremista ordena practicar ablación a las mujeres para "cuidar" a la sociedad musulmana

Luego hablarán del referente cultural, de las costumbres, de la tradición, pero siempre es el cuerpo de la mujer el que debe sufrir la agresión. No hay cultura, costumbre, tradición ni religión que fustigue al hombre de igual forma que hace con la mujer. 

Abu Bakr al Bagdadi justifica la medida en sus territorios de Siria e Irak en "cuidar" a la sociedad musulmana y evitar "la expansión del libertinaje y la inmoralidad".


El líder del grupo yihadista Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi, autonombrado Califa Ibrahim, durante su prédica en una mezquita de Mosul (AFP)
Beirut. El líder del grupo yihadista Estado Islámico, Abu Bakr al Bagdadi, ordenó practicar la ablación a las mujeres en el "califato" musulmán entre Irak y Siria, según un comunicado de su organismo legal en la provincia siria de Alepo.

En la nota, publicada en internet, la Comisión de la Legitimidad en Alepo explica que esta orden "es de obligado cumplimiento en todas las localidades y regiones", bajo el control de los extremistas. 

El líder extremista justifica la medida por su empeño en "cuidar" a la sociedad musulmana y evitar "la expansión del libertinaje y la inmoralidad" entre las mujeres. Por ese motivo, exige que se practique la mutilación genital a las mujeres como -dice- se hacía antiguamente en la ciudad santa saudí de Medina.

En ese sentido, puso como ejemplo un "hadiz" (dicho) del profeta Mahoma que cuenta un encuentro que tuvo un día con una mujer que se quejó de que le hubieran hecho la ablación y él le respondió que era bueno para ella.

El comunicado del Estado Islámico, cuya autenticidad no pudo ser comprobada, tiene fecha del pasado 11 de julio e indica que es de la Comisión Legal del Estado Islámico de Irak y el Levante, como antiguamente se llamaba esta organización. El grupo acortó su nombre a finales de junio cuando proclamó un "califato" en Irak y Siria, tras haber logrado avanzar tanto en territorio sirio como iraquí.


FUENTE: Milenio.com

sábado, 26 de julio de 2014

Poesía Hecha por Mujeres (XIV). Dulce Chacón

Dulce Chacón. La fuerza de la palabra escrita

Dulce Chacón Gutiérrez, escritora y poetisa española. Nació en Zafra (Badajoz) el 3 de junio de 1954 y murió en Brunete (Madrid), el 3 de diciembre de 2003, a los 49 años de edad, víctima de un cáncer. Su obra poética forma parte de muchas antologías en España y otros países; obtuvo el Premio Azorín de Novela con Cielos de barro. Con su última novela, La voz dormida, demostró su maestría en la narración y nos prometía una novelista excepcional.



"Son muchas las voces que reclaman libertad, y muchas las mujeres que sueñan con perder el miedo a saltar. Yo he oído decir que es preciso tomar medidas legales, administrativas, económicas, sociales, para que se hagan posibles los sueños. He oído cantar a Amancio Prada: 'Libre, te quiero. Libre. Pero no mía. No, no, no mía. Ni de Dios, ni de nadie, ni tuya siquiera'. Y he oído decir que los sueños se cumplen. 

viernes, 25 de julio de 2014

25 de Julio: Día Internacional de la Mujer Negra en América Latina y el Caribe

El 25 de julio se conmemora el Día Internacional de la Mujer Negra en América Latina y el Caribe para garantizar la visibilidad de estas mujeres en las regiones latinoamericanas y caribeñas. 


La fecha fue elegida durante el Primer Encuentro de Mujeres Afrolatinoamericanas y Afrocaribeñas, ocurrido en 1992, en la República Dominicana. 

En esta fecha se resalta la lucha y resistencia de la mujer negra, visibilizando la ausencia de políticas públicas y la pervivencia de actos discriminatorios. Las mujeres negras viven aún la opresión por cuestiones étnicas y de género.

Por una lado, en este día, se destacan las conquistas de derechos y ciudadanía alcanzadas en los últimos años; y, por otro, se resalta la profundización de la pobreza y de las crisis políticas y económicas que recaen, especialmente, sobre estas mujeres.

América Latina y el Caribe atravesaron, en las últimas décadas, fuertes crisis, que consolidaron a la región como un centro de agudas desigualdades. 

En América Latina, la población indígena llega a 40 millones, distribuida en diferentes etnias y culturas, con mayor peso en Bolivia, Ecuador, Perú, México, Chile, Colombia y Argentina. La población afrodescendiente es de 150 millones y se concentra básicamente en Brasil, Colombia y Venezuela. En estos y otros países, persisten profundas desigualdades y una distancia marcada e inaceptable en los indicadores de acceso a bienes y servicios. Negros e indígenas son los que más sufren esta desigualdad, pero sobre todo las mujeres negras e indígenas. Son las más pobres entre los pobres.

En lo que se refiere a las condiciones de vida de las mujeres, la discriminación sufrida se suma a la discriminación racial y sociocultural, lo cual genera condiciones de extrema pobreza y marginalidad. 

Hemos dicho que la mayor parte de esos 150 millones de población afrodescendiente se concentra, entre otros países, en Brasil. Precisamente, en este país, el día 25 de julio tiene un sentido especial y particular. Por la Ley nº 12.987 se instituyó el 25 de julio como el Día Nacional de las Mujeres Negras en homenaje a Teresa de Benguela, que abanderó el movimiento libertario de esclavos y esclavas en el Quilombo de Quariteré. 

Bajo su liderazgo, las comunidades negra e indígena resistieron la esclavitud durante décadas, sobreviviendo hasta 1770; fecha en que el Quilombo fue destruido por las fuerzas de Luiz Pinto de Souza Coutinho y su población, compuesta por 79 personas negras y 30 indígenas, fueron asesinados o encarcelados. Hasta su destrucción, éste había sido uno de los santuarios de libertad de los esclavos y esclavas fugitivas en Brasil. Durante veinte años, Teresa de Benguela, la Reina Teresa, había enloquecido a los soldados del gobernador de Mato Grosso. No pudieron atraparla viva.

Aunque este día se conmemore en homenaje a Teresa de Benguela, no podemos olvidarnos de otras muchas mujeres que también lucharon heroicamente por la liberación de su pueblo. Mujeres que, además de cocinar y parir, fueron capaces de combatir y mandar, como Zacimba Gambé en Espírito Santo, Mariana Crioula en el interior de Río de Janeiro, Zeferina en Bahía y Felipa María Aranha en Tocantins.

En Pará, a orillas del río Trombetas, no había quien discutiera las órdenes de la Mäe Domingas. 

En el vasto refugio de Palmares, en Alagoas, la princesa africana Aqualtune gobernó una aldea libre, hasta que fue incendiada por las tropas coloniales en 1677.

Todavía existe, y se llama Conceiçäo das Crioulas, en Pernambuco, la comunidad que en 1802 fundaron dos negras fugitivas, las hermanas Francisca y Mendecha Ferreira.


Cuando las tropas esclavistas andaban cerca, las esclavas liberadas llenaban de semillas sus frondosas cabelleras africanas. Como en otros lugares de las Américas, convertían sus cabezas en graneros, por si había que salir huyendo a la disparada.

Por todo ello, cada 25 de julio, desde 1992, se conmemora el Día Internacional de la Mujer Negra para visibilizar la lucha y la resistencia de las mujeres negras, que siguen sufriendo una doble discriminación, por motivos étnicos y de género.



FUENTES: PT.WIKIPEDIA.ORG; El Sol de México; "Libertadoras brasileñas", Eduardo Galeano, en Verbiclara.wordpress.com; Mulher500.org.

IMÁGENES: Google

jueves, 24 de julio de 2014

La joven cristiana sudanesa condenada a muerte en su país logra escapar a Italia

Ha llegado a Roma en un avión del Gobierno de Italia, junto al viceministro de Exteriores, Lapo Pistelli.
Recluida en la prisión de Omdurman, tuvo que dar a luz a su bebé encadenada a la cama.



La joven cristiana sudanesa condenada a muerte en su país, Merian Ibrahim, ha logrado escapar del control de las autoridades y huir a Europa, llegando este jueves a Roma a bordo de un avión del Gobierno italiano, según informaron medios locales.

La sudanesa llegó a la base aérea romana de Ciampino hacia las 09.30 hora local (07.30 GMT) a bordo de un avión gubernamental y acompañada por el viceministro de Exteriores, Lapo Pistelli.

Merian, de padre musulmán y madre cristiana etíope, fue sentenciada a la horca el pasado 15 de mayo en base a las normas de la sharía, la ley islámica impuesta en Sudán desde 1983 y que condena la conversión a otros credos.

Recluida en la prisión de Omdurman, dio a luz a una bebé encadenada a la cama y fue entonces cuando la Justicia le ofreció dos años de plazo para cumplir su pena con el fin de que pudiera amamantar a la recién nacida. 

La mujer, de 27 años, fue finalmente liberada por un tribunal de apelación de Jartum el 23 de junio, aunque su caso ha dado la vuelta al mundo, suscitando enormes críticas en la comunidad internacional. 

El juez la condenó también por adulterio, al declarar nulo su matrimonio en 2011 con Daniel Wani, ya que las leyes de la sharía (ley islámica) no permite que una mujer musulmana se case con un cristiano.

Su esposo, de origen sursudanés pero de nacionalidad estadounidense, también estaba siendo procesado pero consiguió esquivar la misma suerte, ya que el tribunal dijo no tener suficientes pruebas. 

Derechos Humanos de las Mujeres


FUENTES: Antena3 Noticias, La Información

Facebook lanza en España su nueva opción de género personalizado

Siguiendo el modelo que ya funciona en Estados Unidos desde febrero y que poco a poco se está extendiendo a otros países, como Reino Unido o Francia, Facebook lanza en España su nueva opción de "género personalizado", para facilitar que las personas se sientan cómodas con su identidad más allá del binarismo tradicional "hombre-mujer". Facebook ha contado para ello con la colaboración de Fundación Triángulo y de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB).



Según Facebook expresa en un comunicado, el objetivo es que cuando la gente acceda a la red social "se sientan cómodas siendo fieles a sí mismas. Una parte importante de esto es la expresión de género más allá de 'hombre' o 'mujer'". Para lanzar esta novedad y presentar una extensa lista de opciones que sea lo más inclusiva posible, Facebook ha contado con el asesoramiento de Fundación Triángulo y de la FELGTB. La nueva opción de género personalizado está disponible para todo el mundo que utiliza Facebook en España.

Además de elegir el género por el que quieren ser identificados, los usuarios podrán seleccionar el pronombre con el que les gustaría que les hicieran referencia públicamente, ya sea masculino (él), femenino (ella) o incluso neutro (ello). Facebook también ha añadido la posibilidad de que las personas puedan controlar la audiencia con la que comparten su género personalizado. "La compañía es consciente de que algunas personas se enfrentan al reto de compartir su verdadera identidad de género con otros, y este ajuste ofrece la posibilidad de expresarse de una forma auténtica", expresa el comunicado.

Desde Fundación Triángulo y FELGTB se felicitan por la novedad introducida por Facebook, con cuya puesta en marcha han colaborado. "Desde la Fundación Triángulo creemos que esta decisión de Facebook permite abrir la posibilidad de que toda persona pueda hablar de su identidad sexual de una forma más democrática y con una visión desprejuiciada y libre que en el mundo actual se puede expresar en redes sociales como ésta", ha declarado Víctor Javier Huedo, coordinador de Educación y Voluntariado de la Fundación. "Celebramos que Facebook entienda que el binarismo de género no satisface a todo el mundo y que es muy importante permitir que las personas se auto identifiquen según sus sentimientos. La identidad de género no es una mera etiqueta, sino la expresión de la forma de ser y estar en el mundo", ha expresado por su parte Jesús Generelo, secretario general de la FELGTB.


FUENTE: Dos Manzanas

martes, 22 de julio de 2014

Mujeres Ganadoras del Premio Nobel (XLVII). Alice Munro

Alice Munro, la maestra del cuento contemporáneo.



Premio Nobel de Literatura, en 2013.

"Me educaron para creer que lo peor que podía hacer era llamar la atención sobre mí, o pensar que era inteligente o brillante".

Alice Ann Munro, de nacimiento Alice Ann Laidlaw (Wingham, Ontario, 10 de julio de 1931) es una narradora canadiense, sobre todo de relatos. Está considerada como una de las escritoras actuales más destacadas en lengua inglesa. En 2013 le fue otorgado el Premio Nobel de Literatura, convirtiéndose así en la decimotercera mujer en conseguir tan prestigioso galardón.

Alice Munro nació en Wingham, Ontario, en julio de 1931. Vivió primero en una granja al oeste de esa provincia canadiense, en una época de depresión económica; esta vida tan elemental fue decisiva como trasfondo en una parte de sus relatos.

Conoció muy joven a Michael Munro, en la Universidad de Western Ontario, donde Alice empezó a estudiar Filología inglesa y Periodismo, pagándose sus estudios con el ejercicio de trabajos manuales, y que tuvo que dejarlo para casarse y ser ama de casa. Se casó en 1951, y se instalaron en Vancouver. Tuvo su primera hija a los 21 años. Luego, ya con sus tres hijas, en 1963 se trasladó a Victoria, donde manejó con su marido una librería.

Se divorció en 1972, y al regresar a su estado natal se convirtió en una fructífera escritora-residente en su antigua universidad. Volvió a casarse en 1976, con Gerald Fremlin. A partir de entonces, consolidó su carrera de escritora, ya bien orientada.

La Escritora

Alice Munro se había iniciado de joven con cuentos (escritos desde 1950), escritos en el poco tiempo que había tenido hasta entonces, así como había publicado dos recopilaciones de relatos y una novela.

Alice encontró su habitación propia en sus lecturas predilectas. Entre su vida de ama de casa y una formación literaria autodidacta, tras el paso por la universidad, que dejó a medias, labró paso a paso, "a la hora de la siesta de mis dos hijas", una obra que recorre un trazo emocional profundo y retrata la vida de interior de personajes en busca de un lugar en el mundo. La franqueza cotidiana de sus personajes, combinada con una complejidad psicológica reservada a los grandes escritores, hace de sus cuentos experiencias únicas, por las que ha sido comparada con el escritor ruso Chéjov. Tras vender varios cuentos a la radio pública canadiense y en otras revistas, un artículo en The Vancouver Sun, el año 1961, reclamaba la atención ante su escritura con un reportaje en el que aparecía una frase legendaria: "Ama de casa encuentra tiempo para escribir relatos".

La escritura sin vanidad de la autora canadiense reconstruye la tradición del realismo, bebiendo de los grandes nombres de las letras anglosajonas para elaborar un mundo propio, encontrado en una educación de profunfidad ética inaudita. Tras un divorcio y un intento de librería a medias con su marido, Munro se consagró a la vida cotidiana y a la escritura, una combinación que da como resultado la regularidad y el tesón. Su vida y su escritura están poblados de personajes humildes, epifanías de realidad forjadas a base de paciencia.

Antes de 1976, escribió Dance of the Happy Shades (1968), sus primeros cuentos, algunos muy tempranos en su vida; pero también la importante novela Las vidas de las mujeres (1971), y los relatos entrelazados Something I've Been Meaning to Tell You (1974).

Luego, publicó nuevas colecciones de relatos, The Beggar Maid (1978), Las lunas de Júpiter, The Progress of Love (1986), Amistad de juventud y Secretos a voces (1994). Ya había sido traducida al español en esa década, pero empezó a ser conocida definitivamente en nuestro siglo, con los relatos de Odio, amistad, noviazgo, amor matrimonio (2001) y luego con los de Escapada (2004). Se había mantenido como una escritora algo secreta.

En La vista desde Castle Rock, 2006, hizo un balance de la historia remota de su familia, en parte escocesa, emigrada al Canadá, y describió ampliamente las dificultades de sus padres. Su libro se alejaba un punto de su modo expresivo anterior. Por entonces, habló de retirarse, pero la publicación del excelente Demasiada felicidad (nuevos cuentos, aparecidos en 2009), lo desmintió.

Además, en 2012, ha publicado otro libro de relatos -con el título Dear Life (Mi vida querida)-, son cuentos más despojados y más centrados en el pretérito. En su última sección se detiene en un puñado de recuerdos personales, que pueden verse como una especie de confesión definitiva de la autora, pues son "las primeras y últimas cosas -también las más fieles- que tengo que decir sobre mi propia vida".



Munro, que no se ha prodigado en la prensa, ha reconocido el influjo inicial de grandes escritoras -Katherine Anne Porter, Flannery O'Connor, Carson McCullers o Eudora Welty-, así como de dos narradores: James Agee y, especialmente, Williams Maxwell. Sus relatos breves se centran en las relaciones humanas analizadas a través de la lente de la vida cotidiana. Acostumbra pasar largas temporadas de vacaciones en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, donde ha escrito varias de sus novelas.