La violencia de género es un problema que aqueja a miles de mujeres en India. El repudio social comenzó a fines del 2012, cuando cientos de ellas salieron a las calles para exigir una mayor protección estatal. Sin embargo, el tema tomó un cariz nacional tras la muerte de una joven estudiante a causa de una paliza y violación múltiple propinada por seis hombres, obligando a las autoridades a adoptar nuevas medidas para resguardar a este segmento de la población.
El ataque, ocurrido el 16 de diciembre de 2012 en Nueva Delhi, derivó en el juicio rápido de cinco de los victimarios -el sexto no alcanzaría los 18 años y fue trasladado a un centro de menores- siendo acusados de violación, secuestro y asesinato. Las organizaciones de mujeres y estudiantes pidieron que los otros 100 mil casos de violación en India también fueran acelerados, al tiempo que declararon que ni la policía ni el sistema judicial logran proteger al género adecuadamente.
La pasividad que ha tenido el Gobierno para enfrentar a los violadores hace que hoy la ciudadanía exija castigos más severos, como la pena de muerte o la castración química. En respuesta, el Gobierno se ha comprometido a aumentar las penas para los autores de crímenes sexuales, y a publicar las fotos y la identidad de los agresores en los sitios web de la administración federal.
Las implicancias de ser mujer en India
En India las mujeres no son consideradas seres libres, pues durante toda su vida serán sus padres y maridos los que decidan por ellas. Es el peso de la tradición el que las mantiene alejadas de sus derechos en la práctica, al estar sumergidas en una sociedad con un fuerte acento patriarcal. Esto imposibilita actividades tan triviales para las mujeres de occidente como salir del hogar una vez que oscurece.
La violencia que sufren -según el Ministerio de Asuntos Interiores- se expresa en diversas formas, como el infanticidio femenino, el acoso sexual, la discriminación, la dote o el matrimonio precoz. A esto se suman los crímenes de honor (muchas mujeres violadas prefieren suicidarse para evitar la deshonra familiar), el ostracismo de las viudas (obligadas a vivir en luto por el resto de sus vidas) y la baja integración laboral (por su obligado rol doméstico).
El responsable del gran desequilibrio numérico que hoy rige entre ambos géneros es el aborto selectivo, practicado sobre todo por la clase media emergente, que prefiere criar varones para que se encarguen del negocio familiar. Éste, a su vez, ha generado otro problema: el tráfico de niñas hacia regiones donde las mujeres son más escasas. Ambos crímenes están penados por Ley.
La población no entiende cómo las autoridades pueden seguir prometiendo mejoras si en la actualidad hay seis legisladores estatales que tienen cargos por violación en su contra.
Marco legislativo
En la mayor democracia del mundo, la mujer es devaluada socialmente, pese a que la no discriminación de género está reconocida en la Constitución India en sus artículos 14, 15 y 16. Por este motivo, el gobierno ha promulgado varias normas para proteger a las mujeres de la discriminación social y la violencia. Algunas de ellas son:
- Enmienda a la Ley de Prohibición de Dote, 1984: reconoce esta tradición -acuerdo monetario para el matrimonio de una hija- como una ofensa hacia la mujer. También introduce un castigo para para el marido o los suegros, si la mujer se suicida por la presión de más dote. En contraste, la realidad demuestra que esta práctica -cuyos orígenes se explican por factores culturales y económicos de la tradición hindú- sigue siendo mayoritaria.
- Ley de Tráfico Inmoral enmendada en 1986: asume la explotación sexual como una ofensa. Cada día, unas 200 niñas y mujeres caen en el tráfico ilegal debido a la pobreza extrema, el analfabetismo, la viudedad prematura, el desempleo y la falta de recursos económicos.
- Ley de prohibición del matrimonio infantil, 2001: recae en mujeres menores de 18 años y hombres que no superen los 21. No obstante, no hay un control exhaustivo sobre la edad de los contrayentes por lo lento que es el proceso para denunciar a la policía una boda precoz. Según UNICEF, existe un 56% de casos de estas nupcias en el área rural y un 29% en la urbana.
- Ley de Técnicas de diagnóstico de preconcepción y prenatales, de 2003: prohíbe revelar el sexo del bebé antes de su nacimiento para reducir el infanticidio femenino. Es importante por las frecuentes muertes de recién nacidas, el abandono o el poco cuidado de las niñas a través de la privación de una dieta apropiada.
- Ley de Protección a la Mujer por Violencia Doméstica, 2005: busca asegurar sus derechos en el entorno familiar. Las causas principales de la violencia contra la mujer son la falta de independencia económica, autonomía y oportunidades, así como las barreras culturales que la restringen.
- Ley contra el Acoso Sexual aprobada por la Cámara Baja en septiembre de 2012: permitirá penalizar comentarios vejatorios, peticiones de mantener relaciones sexuales o cualquier tipo de abuso sobre la mujer trabajadora.
En cuanto a esto, la diputada Adriana Muñoz destacó las iniciativas legales de este país, recalcando que "normativamente India ha ido avanzando, pero ese avance debe darse paralelamente con una visión de país de hacer cambios culturales profundos para acabar con el machismo más brutal, pues las leyes no lo logran por sí solas, son más bien una ayuda para generar esos cambios".
La parlamentaria añadió que Chile debería pronunciarse al respecto: "creo hay que hacer un reclamo formal ante la Embajada de la India, revisar las relaciones, ya que es un país que está viviendo la barbarie más absoluta desde el punto de vista del respeto hacia las mujeres".
Medidas concretas para frenar el maltrato
Como ya se ha demostrado, las leyes no bastan para frenar el maltrato a las mujeres. Por esta razón, este país ha implementado medidas extremas para tratar de resguardar a las mujeres de posibles abusos masculinos. Una de ellas es el uso de vagones de tren exclusivos para mujeres. Además, tras la muerte de la joven estudiante, el gobierno anunció el aumento de la dotación de mujeres policías.
Según medios locales, la gobernadora de Nueva Delhi, Sheila Dikshit, anunció nuevas medidas para la capital, entre las cuales está la disposición de más policías en la noche, la revisión a los conductores del transporte público y la prohibición de vidrios polarizados. También se dispuso una línea telefónica de ayuda para las mujeres en problemas.
Además, diversas organizaciones -entre ellas ONU Mujer- estiman que es necesaria la aprobación del proyecto de ley de reserva para las mujeres, que permitiría que un tercio de los escaños parlamentarios sean ocupados por ellas.
Desde el 2010, las cifras de mujeres agredidas aumentan en un 10% cada año. Peor aún, la Oficina Nacional de Registro de Crímenes reveló en 2011 que cada 20 minutos una mujer es violada en la India, pero sólo uno de cada cuatro casos culmina con la condena del agresor, debido a la corrupción que existe en el cuerpo policial. A las mujeres que habitan el país sólo les queda esperar que las políticas anunciadas comiencen a dar frutos, para quedar libres del maltrato que las acecha y eclipsa los logros económicos y políticos que ha desarrollado la India en el último tiempo.
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